Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 6.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación Nª 2.511-
Divina Alvarenga
Poetisa de Honduras, nacida en Tela, Atlántida, en 1962. Realizó estudios de Licenciatura en Periodismo, Maestría en Trabajo Social en la UNAH y de Maestría en Estudios Políticos y Sociales en la Universidad de La Habana, Cuba. Ha trabajado en proyectos de desarrollo en Honduras, Costa Rica, República Dominicana y Bolivia. Ha publicado, entre otros, el poemario: "La esperanza del amanecer", que fue presentado por Antonio Tovar de la Universidad Internacional de la Florida.
"Árbol que navega
por el mar de Tela.
Pescadores que amanecen
contemplando el anochecer"
AMANTE
Mar, danza, olas que amo.
La arena blanca, fina, cubre tus cocoteros.
Camina ausente, discreta, sin ostentación,
belleza natural, eterna amante.
Te conozco, despeinada por el aire cotidiano
embrujas a diario, a quien te ve
en tu amanecer y atardecer, traslúcida.
Amor de marinero cambiante, ilimitada amante.
Sonríes todo el día y danzan tus palmeras
música, la que cantan tus olas,
tus árboles, tus pájaros caminantes.
Trópico hondureño, continua amante.-
AIRE
Se de un aire invisible y sensible,
viajero, compañía de años eternos.
Que eres de vida, amor de contornos,
colores que el sol dibuja a solas.
Yo quisiera contarte, amigo,
que te siento distinto de noche y de día.
Con ternura, te vivo en las playas de Tela.
Es allí, que tu música me parece infinita.
Pero, las palmeras celosas te besan
cuando acaricias mi cuerpo discreto.
Despacio quisiera decirte te quiero
sin que oigan aquellos que pasan.
¡Oh! Compañero, aire de Tela
que refrescas mi mente, mi alma
y haces desearme un amante
que sea al tiempo fe y amor de tenerte.-
LA MAR
Azul infinita, continua y extraña
que entonas canciones de día
Y por las noches parece hablarme en sueños
con el coquetear de tus olas que dan alegría.
Disfruto el instante de tenerte a solas.
Unas goletas diviso lejanas.
Ancladas en el puerto de Tela.
Discreta tus olas, permiten verlas más bellas.
De repente el ruido aparece, en fila.
Los negros y negras jugando rayuela.
Corretean tus olas, que tocan sus pies
descalzos y bellos, ligeros y grandes
Y yo sin detenerme un instante siquiera.
Siento tu música cantarme al oído.
Con notas precisas que el sol adornara.
Entrando a mi alma y en mi cuerpo dormido.-
CAYUCO
La atarraya enreda
a los peces paseadores,
que se escapan a jugar
sin permiso de mamá.
Cayuco, madera que danza
con las olas del mar.
conduce el baile de los pescadores,
que llegan de la mar,
con el primer destello del sol de la mañana.
Niños, niñas y mujeres
corren a limpiar pescados y a vender.
Después, mucho después,
cuentan los peces de la cosecha.
Cayuco, alegría y sustento de mi gente.-
Divina Alvarenga
quiquedelucio@gmail.com
Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.
Publicación Nª 2.511-
Divina Alvarenga
Poetisa de Honduras, nacida en Tela, Atlántida, en 1962. Realizó estudios de Licenciatura en Periodismo, Maestría en Trabajo Social en la UNAH y de Maestría en Estudios Políticos y Sociales en la Universidad de La Habana, Cuba. Ha trabajado en proyectos de desarrollo en Honduras, Costa Rica, República Dominicana y Bolivia. Ha publicado, entre otros, el poemario: "La esperanza del amanecer", que fue presentado por Antonio Tovar de la Universidad Internacional de la Florida.
"Árbol que navega
por el mar de Tela.
Pescadores que amanecen
contemplando el anochecer"
AMANTE
Mar, danza, olas que amo.
La arena blanca, fina, cubre tus cocoteros.
Camina ausente, discreta, sin ostentación,
belleza natural, eterna amante.
Te conozco, despeinada por el aire cotidiano
embrujas a diario, a quien te ve
en tu amanecer y atardecer, traslúcida.
Amor de marinero cambiante, ilimitada amante.
Sonríes todo el día y danzan tus palmeras
música, la que cantan tus olas,
tus árboles, tus pájaros caminantes.
Trópico hondureño, continua amante.-
AIRE
Se de un aire invisible y sensible,
viajero, compañía de años eternos.
Que eres de vida, amor de contornos,
colores que el sol dibuja a solas.
Yo quisiera contarte, amigo,
que te siento distinto de noche y de día.
Con ternura, te vivo en las playas de Tela.
Es allí, que tu música me parece infinita.
Pero, las palmeras celosas te besan
cuando acaricias mi cuerpo discreto.
Despacio quisiera decirte te quiero
sin que oigan aquellos que pasan.
¡Oh! Compañero, aire de Tela
que refrescas mi mente, mi alma
y haces desearme un amante
que sea al tiempo fe y amor de tenerte.-
LA MAR
Azul infinita, continua y extraña
que entonas canciones de día
Y por las noches parece hablarme en sueños
con el coquetear de tus olas que dan alegría.
Disfruto el instante de tenerte a solas.
Unas goletas diviso lejanas.
Ancladas en el puerto de Tela.
Discreta tus olas, permiten verlas más bellas.
De repente el ruido aparece, en fila.
Los negros y negras jugando rayuela.
Corretean tus olas, que tocan sus pies
descalzos y bellos, ligeros y grandes
Y yo sin detenerme un instante siquiera.
Siento tu música cantarme al oído.
Con notas precisas que el sol adornara.
Entrando a mi alma y en mi cuerpo dormido.-
CAYUCO
La atarraya enreda
a los peces paseadores,
que se escapan a jugar
sin permiso de mamá.
Cayuco, madera que danza
con las olas del mar.
conduce el baile de los pescadores,
que llegan de la mar,
con el primer destello del sol de la mañana.
Niños, niñas y mujeres
corren a limpiar pescados y a vender.
Después, mucho después,
cuentan los peces de la cosecha.
Cayuco, alegría y sustento de mi gente.-
Divina Alvarenga
quiquedelucio@gmail.com
Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.