Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.
Miguel Arteche
(Nueva Imperial, Chile, 1926-Santiago, 2012)
Premio Nacional de Literatura de Chile 1996
"La luz bajaba desde la colina.
El sonido de un tren, un paso que he
perdido. Juventud, herida de otro tiempo,
te alejas soñolienta sepultada en la noche"
VAGABUNDO EN LA NOCHE
Te llama el sur esta noche, te llama
como nunca
el corazón secreto de la lluvia, te llama
un perfume
dejado en la distancia y que regresa
ahora.
¿Hay algo para el cuerpo que espera
con nostalgia,
algo para su sed, para el canto que
escapa;
hay algo, viene algo por el cielo, no
oculta la cordillera
nuestra pregunta insomne, no guarda
su pecho oscuro
la respuesta a ese tiempo que desde el
mar avanza?
¿Es eso lo que recuerdas, es ese ser
oculto que por las calles
canta.
es ese vagabundo que duerme en la
basura,
con los zapatos rotos y la cara hacia el
cielo.
en una horrible mueca?
¿Es eso lo que recuerdas, es eso que por
las ramas
insiste en la primavera:
la joven esposa muerta, la huella de los
hombres
en el parque mojado? ¿Era eso en la
noche,
eran las luces secas de brillos
petrificados
en las calles del lujo?
Para ti, tierra, las vidas de los hombres
solitarios,
los niños harapientos jugando entre la
lluvia,
los nombres, las fechas y las personas
muertas;
para ti las tormentas, las colinas
purpúreas,
las castañas en duros zurrones
afilados,
las lámparas en grandes
habitaciones, los vientos,
los vientos sobre plazas desiertas,
mientras las hojas secas en el sediento
asfalto
acumulan la futura lluvia que aparece.
Es cierto: porque cuando pasas sobre la
noche;
cuando, sigilosamente, aparece la
lluvia,
y recuerdo los seres que pasaron,
el calor de una sienes doradas por el
vino,
cuando cruza el otoño -rojo de furia
triste-
por semáforos, autobuses, tiernas
escalinatas,
¿hay algo en esa cara que interroga
hacia el aire
de un día que soporta otro día lejano?
Para aquéllos las luces llenas de
terciopelo,
las sibilinas voces de perfumes, las
vagas
promesas de placer en cálidos recintos;
para ellos las noches de promesas
ocultas,
las estampas de un invierno pasado,
el entierro lejano, el humo
sobre el parque. Papeles enloquecidos
caen hacia un otoño rabioso que se
acerca.
Están sobre los puentes acumulando
angustia,
el agua tiene secos reflejos afiebrados,
sus ojos se adormecen, fiebre y frío
penetran
los ansiados retornos que por el río
pasan.
¿Qué han perdido en las noches,
en la esquina poblada qué interrogan
sus caras?
Hablan del mar cercano (el viento se
estremece,
el viento cruza y pasa) y apretados
esperan
un ayer imposible para un futuro
incierto.
Tierra, tierra sobre deseos, sobre
puentes y ramas,
sobre arenas desiertas, sobre pasos que
mueren,
¿qué buscas, qué esperas
para alcanzar un rostro, un harapo,
una mano quemada
por la moneda avara? ¿Es que esperas
sus muertes
en la noche, sólo sus vidas hoscas
consumidas sin haber conocido
el hueco de un calor,
el sueño sin temores, el alba
por fin mágica y buena?.-
Miguel Arteche
Imágenes: Pinturas del artista de Estados Unidos Frederick Childe Hassam (1859-1935)
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
Miguel Arteche
(Nueva Imperial, Chile, 1926-Santiago, 2012)
Premio Nacional de Literatura de Chile 1996
"La luz bajaba desde la colina.
El sonido de un tren, un paso que he
perdido. Juventud, herida de otro tiempo,
te alejas soñolienta sepultada en la noche"
VAGABUNDO EN LA NOCHE
Te llama el sur esta noche, te llama
como nunca
el corazón secreto de la lluvia, te llama
un perfume
dejado en la distancia y que regresa
ahora.
¿Hay algo para el cuerpo que espera
con nostalgia,
algo para su sed, para el canto que
escapa;
hay algo, viene algo por el cielo, no
oculta la cordillera
nuestra pregunta insomne, no guarda
su pecho oscuro
la respuesta a ese tiempo que desde el
mar avanza?
¿Es eso lo que recuerdas, es ese ser
oculto que por las calles
canta.
es ese vagabundo que duerme en la
basura,
con los zapatos rotos y la cara hacia el
cielo.
en una horrible mueca?
¿Es eso lo que recuerdas, es eso que por
las ramas
insiste en la primavera:
la joven esposa muerta, la huella de los
hombres
en el parque mojado? ¿Era eso en la
noche,
eran las luces secas de brillos
petrificados
en las calles del lujo?
Para ti, tierra, las vidas de los hombres
solitarios,
los niños harapientos jugando entre la
lluvia,
los nombres, las fechas y las personas
muertas;
para ti las tormentas, las colinas
purpúreas,
las castañas en duros zurrones
afilados,
las lámparas en grandes
habitaciones, los vientos,
los vientos sobre plazas desiertas,
mientras las hojas secas en el sediento
asfalto
acumulan la futura lluvia que aparece.
Es cierto: porque cuando pasas sobre la
noche;
cuando, sigilosamente, aparece la
lluvia,
y recuerdo los seres que pasaron,
el calor de una sienes doradas por el
vino,
cuando cruza el otoño -rojo de furia
triste-
por semáforos, autobuses, tiernas
escalinatas,
¿hay algo en esa cara que interroga
hacia el aire
de un día que soporta otro día lejano?
Para aquéllos las luces llenas de
terciopelo,
las sibilinas voces de perfumes, las
vagas
promesas de placer en cálidos recintos;
para ellos las noches de promesas
ocultas,
las estampas de un invierno pasado,
el entierro lejano, el humo
sobre el parque. Papeles enloquecidos
caen hacia un otoño rabioso que se
acerca.
Están sobre los puentes acumulando
angustia,
el agua tiene secos reflejos afiebrados,
sus ojos se adormecen, fiebre y frío
penetran
los ansiados retornos que por el río
pasan.
¿Qué han perdido en las noches,
en la esquina poblada qué interrogan
sus caras?
Hablan del mar cercano (el viento se
estremece,
el viento cruza y pasa) y apretados
esperan
un ayer imposible para un futuro
incierto.
Tierra, tierra sobre deseos, sobre
puentes y ramas,
sobre arenas desiertas, sobre pasos que
mueren,
¿qué buscas, qué esperas
para alcanzar un rostro, un harapo,
una mano quemada
por la moneda avara? ¿Es que esperas
sus muertes
en la noche, sólo sus vidas hoscas
consumidas sin haber conocido
el hueco de un calor,
el sueño sin temores, el alba
por fin mágica y buena?.-
Miguel Arteche
Imágenes: Pinturas del artista de Estados Unidos Frederick Childe Hassam (1859-1935)
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com