Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.954-
Agustín Linuesa Cáceres
Poeta y narrador de España, nacido en Valencia, en 1986. Ciudad donde trabaja y estudia. Algunos de sus poemas fueron publicados por "Estaciones Desnudas" (Cocó, 2007). Cuatro años más tarde ve la luz "La ciudad de los Gatos" que aparece abriendo un nuevo camino en su particular contribución al espacio de la poesía.
"amábamos a Dios y a los policías
en aquel entonces, en la séptima
caricia te volvías y venías y me
decías y me entregabas la carne"
Lo más hermoso fue tu llanto
y sus ojos después del llanto, ahora
los errores de la máquina nefasta del hombre
devoran sus comisuras como una legión
de ratas hambrientas
Su delito no es mayor que el de los lobos
que se alimentan y tienen frío.-
***
Yo que tan solo sé destripar mariposa
Yo que tan solo sé destripar mariposa
que no aprendí jamás ningún oficio
que no fuera el de roca, o el de trigo
de ciento, merodear o
tierra prometida,
amé y sin embargo
me mantengo con vida.-
POEMA II
Luego el cristal y las manos lentas,
apenas el sexo lamido me despertaba
era un hombre bueno
y repartía mis habas a los mocosos
y dibujaba con frío figuras en la mañana
con unos dedos
inventando acertijos,
preguntándonos si quizá una escalera
bajo la nieve
Alguien amable que yaciera por
colocar semillas buenas entre su
boca redonda
esperando el plomo de la bala.-
LA VERDAD
La verdad es un tigre hambriento
de la tierra
y de las manos.
Que ha de perseguirnos infinito
y devolvernos el amor
de los antiguos druidas
que destroce los templos y manzanas
Un amor como un demonio
que nos detenga el alma de nuevo.-
MUERTE DEL NIÑO SERPIENTE
Yo sé que van a matarte
Y no habrá salud o cisne rojo que
te vuelva los párpados.
Ni madre que cante, o te retire
la muerte del resto del cuerpo.
Yo sé que van a matarte.
Por querer regresar ahí, donde estuviste
en la muerte de todas las cosas,
los que arrancan las carcajadas
del pecho triste.
De tu pecho pequeño y estallado en esfera,
sembrado
en los cementerios del país.
Llovieron
En tu sonrisa de conflicto, cuando el mar
se hizo roca o plomo.
Con tus dedos pequeños de tiza
jugabas con balas entre los dedos mordidos
jugabas con tizas pequeñas.
Yo sé que van a matarte
y no habrá nadie
que te despida o te nombre.
Las libélulas calladas te besaran la boca.-
Agustín Linuesa Cáceres
Imágenes: Pinturas de Lencero Ortiz.
Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal