Duodécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.984-
Ricardo Díaz Pellejero
Poeta y narrador español, nacido en Bilbao, en 1971. Está afincado en Zaragoza, Ha publicado, entre otros, "Archipiélago de voces" (1991), "Stromboli" (1999), "El viajero en la tormenta" (2001), "El cielo del sol mecido" (2007), etc. Académicamente se ha formado como ingeniero electrónico y ha desarrollado su carrera en el mundo de las telecomunicaciones. Durante la EXPO Zaragoza 2008, participó en el Programa Poesía en los Barrios del Pabellón de la ciudad de Zaragoza, como representante del barrio Torrero-La Paz. Es miembro de la Asociación Aragonesa de Escritores.
"Que la vida vendría a macerarme,
que el tiempo sería mi atadura...
No recuerdo quién pero dijeron,
que el amor sería una locura"
LIGERO
Anda ligero
decía mi abuela
anda ligero por las cornisas
Olor a pan entre nosotros
y restos de harina recién horneada
Chopos que cedieron
bajo días de tormenta
veredas del pasado,
rastro en el camino
Y beso en los ojos del niño
que regresa cantando
desde otros barrios.-
POEMA 31
Son las diez y media
en la tumba de mi abuelo
Quién sabe si me indulten
salvaje y sin hierro:
no humillen más
que su arte
Decía.-
POEMA 36
Olivos siempre Vides sin manos
La espera es un pacto
entre miradas.-
POEMA 40
Mi abuelo en la guerra
mi abuelo en la cama, inerme
miro por la ventana
al romperse la luna
en luciérnagas tristes
Su mano tiembla hacia mí
sus ojos preñados de vidrio
y la duda
tal vez ya certeza
La tomo.-
NATIONAL PARK
Estamos hechos de dios
y dios está hecho de todas las cosas.
Cada día salimos a depredarlo.
Tú te has tendido entre los helechos
y me has dejado romper tu blusa:
en tus ojos las nubes,
la tierra entre mis dedos.
Si pudiera ver ahora tu sonrisa
cómo se acompasa
con la brisa que peina las colinas.
Todo parece anunciar algo hermoso
e irremediable,
bajo la rítmica avidez de
nuestros labios
abiertos.
Seamos, pues, profetas del porvenir
mirándonos con los ojos cerrados
y con toda la extensión
de estas caricias.-
Ricardo Díaz Pellejero
Imágenes: Pinturas de Martina Rorat.
Blog auspiciado por Canadá Cultural Center of Montreal