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Cómo decir, amor

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                           Julia Prilutzky Farny
 
Poeta nacida en Kiev, Ucrania en 1912, que adoptó la ciudadanía argentina desde temprana edad. Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Buenos Aires y Música en el Conservatorio Nacional. Publicó su primer libro de poesía a los 18 años y pronto se convirtió en portavoz de la generación poética de los cuarenta. Entre sus libros más conocidos figuran: "Antología del amor", "Sonetos" y "Sólo estará la rosa". Falleció en Buenos Aires el 8 de marzo de 2002.


                                               "En el agua empozada te apareces.
                                                Tu imagen se empecina
                                                y el viento la sacude sin borrarla
                                                y el rumor de las hojas
                                                vuelve a clamar tu nombre"  




CÓMO DECIR, AMOR

Cómo decir, amor, en qué momento
te rompes dulcemente entre las manos,
sin quejas, sin recuerdos, sin arcanos
y tal vez sin temor ni sufrimiento.

Cómo volver a amar, qué sentimiento
de elementos divinos o profanos
puede reverdecer entre desganos,
en la etapa final del desaliento.

Pregunta al corazón por qué no cree,
pregúntale al mirar qué cosas lee,
pregunta al labio cruel por qué no besa,

y te dirán, sin duda, su fatiga
del amor fiel o la pasión mendiga,
su falta de esperanza o de sorpresa.-


CÓMO DECIR DE PRONTO

Cómo decir de pronto:
tómame entre las manos,
no me dejes caer. Te necesito:
acepta este milagro,
tenemos que aprender a no asombrarnos
de habernos encontrado,
de que la vida pueda estar de pronto
en el silencio o la mirada.
Tenemos que aprender a sr felices,
a no extrañarnos
de tener algo nuestro.
Tenemos que aprender a no temernos
y a no asustarnos
y a estar seguros,
y a no causarnos daño.-


ALGUNA VEZ, DE PRONTO

Alguna vez, de pronto, me despierto:
Un dolor me recorre tenazmente,
un dolor que está siempre, agazapado,
por saltar, desde adentro.
Entonces tengo miedo.
Entonces, me doy cuenta que estoy sola
frente a mí, frente a un espejo
lleno de mis imágenes,
de rostros polvorientos.

Estoy sola, pero siempre estoy sola:
Es lo único cierto.
El amor era un huésped,
la soledad es siempre el compañero
que permanece al lado, nconmovible.
Lo único seguro, verdadero.
Oigo mi corazón, vieja campana
que dobla y que golpea,
que rebota en las sienes y en la nuca
y en la boca y en los dedos.
Es cierto, tengo miedo.
Miedo de no poder gritar, de pronto,
de que ya sea demasiado tarde
para un ruego.
La costumbre ahoga las palabras
y alarga el desencuentro.
Ah, tantas cosas quedarán ocultas,
perdidas, sin recuerdo,
tantas palabras que no fueron dichas,
tantos gestos.

Unos dirán: Yo sé, la he conocido,
fue una ardiente rebelde,
se desolló las manos y la vida
por defender los que creyó más débiles.
Otros dirán: Yo sé, la he conocido,
era dura, malévola,
avara de ternura, con la boca
mostraba su desprecio.
Alguien dirá: Y cómo sonreía...
Qué importa
lo que vendrá después del gran silencio.
Claro que tengo miedo.
Así, en la madrugada
mientras algún dolor -un dolor, siempre-
va hincando sus agujas en mi cuerpo,
abro las manos en la sombra dulce
para atrapar mi soledad, de nuevo,
y me quedo a su lado, sin moverme,
con los ojos abiertos
la vida detenida.
Toda mi sangre es un temor inmenso.-


DILE QUE NO ME TEMA

Dile que no me tema, amor, y dile
que estoy a su lado como el aire,
como un cristal de niebla o como el viento
que se aquieta la tarde.
Dile que no me huya, amor, y dile
que no me vuelva a herir, que no me aparte,
que soy el brillo húmedo en sus ojos
y el latido en su sangre.
Dile que no me aleje, amor, y dile
que yo soy el umbral de su morada,
el agua de su sed
y aquel único pan  para su hambre.
Dile que no se oculte, amor, y dile
que ya no tengo rostro ni señales
de haber vivido antes de quererme.
De haber vivido, antes.
Dile que no recuerde y dile
que no respire, amor, sin respirarme.-



                                                            Julia Prilutzky Farny






Imágenes: Pinturas del artista ruso contemporáneo, Piotr Alberti.





quiquedelucio@gmail

Hijos del día

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Cuarto año de una antojadiza antología de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                           Ambrosio Gallego

Poeta y novelista español nacido en Peñalsordo, Badajoz en 1963. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Ha publicado, entre otros : "Casa con humo" (1986), "Que no haya olvido" (1997), "Llueve en paz" (2005), "El Imperio de las luces" (2005), por el que recibió el Premio de Poesía Provincia de Guadalajara, "Otros fríos" (2013), galardonado con el Primer Premio Nacional Ángel González, etc.

                     
                                                "Pienso si tal vez sea capaz de vendar
                                                la maltrecha pasión,
                                                apartar la mojigata agonía"





HIJOS DEL DÍA Y DE LA NOCHE

Parece, noche, que nos sanes con sólo escucharnos.
¿Cómo es que para los antiguos engendraste divinidades
nefastas que son causa de sufrimiento?
Hoy sólo quedan preguntas de negro plumaje
para sacrificar en tu honor.
Ahora que llueve desde donde nos miras
todo se abreva de dulce paréntesis.
Misteriosa cosecha de espigas o raíces
que refulgen a espaldas de las farolas,
frente a ventanas abriéndose
o frente a la raída luz de algún garito.

Mientras, tú, noche, velas por tus frutos:
la camarera que ensalza sus cabellos
y dibuja un sencillo mapa a los ojos;
el joven de la barra que ondea su ingenio,
embelesado por la esfinge que le sirve;
aquel señor maduro cuyo pasado es un descapotable
a mitad del desierto atestado
o esa mujer sentada al otro extremo del mundo,
con gato por marido.
¿Quién garantiza en ellos el bien
preciado y escaso de la soledad?
Me pregunto si estar solo no es
sino una invención de las piedras,
si en realidad jamás nadie estuvo solo.

Tú pides siempre la penúltima copa
como el pintor que nunca acaba su obra,
como la obra que nunca acaba el mundo.-


ÉTICA

Sábado, 29 de julio.
Esperando la noche entre calles
estrechas y orinadas.

Una yonqui apoyada en su muerte.
Su puerta pesa en mi sien,
y la evito.
Cambio de acera
como quien cambia de sabor.
No sé qué hacer, tal vez nada quiera hacer.
La veo encogerse como esos días de octubre,
y es verano, un verano de brazos abiertos.

Yo, de ella, odiaría mi temor,
creería que nunca me dolió la vida.

Y no sabría decirle qué programa, qué imagen
me durmió la piel de gallina.-


EL VIEJO PUENTE ROMANO

Ignoro, puente, cuántas piedras te tragaste,
cuánta agua miraste en tantos siglos.
Te cruzo y sólo puedo pagarte con poetas
que también son como puentes,
y pesan -algunos- lo que tus piedras.
Si supieras que todo se parece a ti:
recuerdos, inventos, saludos...
Viejo coleccionista de pasos, sigues ahí,
ofreciendo la otra mejilla
sin temer nuestro paso arrogante.-


COLCHONES EN LA CALLE

Te sorprenderían los colchones junto a casas
enjalbegadas, con salamanquesas a su luz.
Donde hay quienes estrellan contra lo alto
ojos envidiosos de lejanos brillos,
allí hemos de ir y esperar.
El pensamiento suele arrellenarse en lo humilde,
en lo que permanece como más básico:
la respiración,
el olor trasbordante de la hierba agostada,
la rebeldía sin causa de los gatos.

Lo demás son migajas en el silencio rural:
los últimos bares,
una idea seria, algún motor: migajas
que el sueño, como un gallo, picotea.-


*************************

¿Cuantas cascadas
de Tormentos a Yuste
nos han callado

y detenido
esta frialdad de pájaros
con que mirar.

II

El agua rompe
sobre una poza umbría.
Desaparece.
Pero, ¿ y el ruido
en goloso bocado?
¿Es que no invita?

IX

La luz del claustro,
llena de timideces,
amansa los ojos.

Los limoneros,
raptados por la fuente,
piden oídos.-


                     
                                                                    Ambrosio Gallego



Imágenes: Pinturas del artista colombiano Alfredo Araújo Santoro



quiquedelucio@gmail.com

Epitafio

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y  goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                             Juan Gelman

Poeta, traductor y periodista argentino nacido en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930 y fallecido en México D. F. el 14 de enero de 2014. Fue Premio Cervantes de Literatura 2007, Premio Konex de Platino (2004), Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe "Juan Rulfo" (2000), Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2003) , Premio Pablo Neruda (2005) y Premio Reina Sofía en el año 2005.


                                                        "Alza tus brazos, 
                                                        ellos encierran la noche,
                                                        desátala sobre mi sed,
                                                        tambór, tambór, mi fuego" 




EPITAFIO

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
Me quisieron. También a mí
Me alegraban: la primavera,
Las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.-


ESCRIBO EN EL OLVIDO

Escribo en el olvido
En cada fuego de la noche
Cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
Donde te acuesto mía,
Ninguno la conoce,
He fundado pueblos en tu dulzura.
He sufrido esas cosas,
Eres fuera de mí,
Me perteneces extranjera.-


FÁBRICAS DEL AMOR

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
En los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
Yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
Para darte la voz,
Para poner dulzura en tu saliva.
Cuántas veces temblé
Apenas si cubierto por la luz del verano
Mientras te describía por mi sangre.
Pura mía,
Estas hecha de cuántas estaciones
Y tu gracia desciende
como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
Hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
Escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra,
Te hice un sitio en mi lecho,
Te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
Antes de oír un solo sonido de tu alma.-


LA RUEDA

El arco o puente que va
De tu mano a la mía cuando
No se tocan, abre
Una flor intermedia.
¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca
Ese vacío de las manos
Solas en su fatiga?
Nace una flor, sí,
se agosta en mayo como una
equivocación de la lengua
Que se equivoca, sí.
¿Por qué este horror?
En la página de nosotros mismos
Tu cuerpo escribe.-


LA SECRETA DULZURA DEL DOLOR

La secreta dulzura del dolor
Es transparencia/sale
De la furiosa resignación del sueño/
Suena en la boca del perdido

En su origen/en su
Rumor de existencia que
Le clava la cabeza al gran espanto/
Al doble andar/al doble hilo/ a la

No verdad del estar como no estar/
El vuelo torpe que los cría/
Lo que rompe la luz/memoria

Confusa por sus números/
Pecho que dura como huella/
La nada que te ama.-


NOTA XXVII

De lo posible a lo probable/del
Sueño a la realidad hay como
Mares/playas nocturnas donde
Animales de pico descarnan
Formas mojadas por los jugos
Del corazón/así/viajamos
Del pecho al seco sol que dora
La maravilla/ o existir.-



                                                             Juan Gelman





Imágenes: Pinturas del artista estadounidense Edward E. Simmons  (Massachusetts,1852 - 1931)






quiquedelucio@gmail.com

Homenaje

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                          Galway Kinnell

Poeta y narrador estadounidense nacido en febrero de 1927 y fallecido, hace pocos días, el 28 de octubre de 2014. Por sus 1982 Poemas Selectos ganó el Premio Pulitzer de Poesía. De 1893 a 1933 fue poeta laureado por el estado de Vermont. Publicó unos treinta libros de poesía, la mayoría de ellos traducidos a numerosos idiomas, y una novela "Black Light" (Hougton Mifflin, 1956)


                                              "Cuando anochece
                                               la niebla se oscurece en las colinas,
                                               púrpura de lo eterno,
                                               pasa un último pájaro
                                               que adora solo el instante"





7

Querida extraña
presente en la memoria al lado del azul Juniata,
estas cartas
al otro lado del espacio supongo
serán todo lo que sabremos el uno del otro.
Tan poco de lo que uno es
se teje a sí mismo a través del ojo
del vacío espacio.
No importa.
El yo es lo de menos.
Deja que nuestras cicatrices se enamoren.-

5

En esta orilla -nuestra orilla-
de las desvanecidas, azules aguas, te recuestas,
llorando en tu lecho, escuchando esos
leves,
temibles retumbos
de las despedidas que al ocaso
allanan los virginales bosques.
Yo, también, he comido
la pitanza de la oscura orilla, en el colchón
del tiempo, donde un colgajo con forma de cuerpo
yace junto a un colgajo -sepulturas
arrojadas en medio
por quienes llegaron antes,
amantes
o amorosos amigos,
o extraños
que amaron aquí,
o rechinaron sus dientes en la pesadilla aquí
o hablaron de sus aventuras de una noche,
de la campana del sanctus
sonando cada hora para morir
contra el vidrio laminado de la ciudad-
Yazgo sin dormir, recordando
el desgarrado cuerpo
de la gallina, el calor de la carne de la gallina
asustando a mi mano,
todos sus deseos,
todos sus cadavéricos olores,
floreciendo de nuevo a la luz de las estrellas.
Y luego la espera-
no muy larga, concedo, pero toda mi vida-
por el leve, tenue
impacto de su regreso contra las piedras.
¿Será  alguna vez verdad-
todos los cuerpos, un cuerpo, una luz
hecha de la conjugación de la oscuridad de todos?.-


2

Hace nueve años,
en un avión toda la noche en tumbos
sobre el Atlántico,
pude ver, encendida
por los rayos que le salían,
la cara de mi hermano en una nube
que miraba hacia abajo en el azul,
instantes del Atlántico
a la luz de un relámpago.-

4

Se rasga el viento en los aleros
de estas ruinas, vacío,
flauta fantasma de los ventisqueros
que afuera en la tiniebla se levantan:
barrancas invertidas donde barre
la noche nuestra alas arrojadas,
nuestras plumas manchadas por la tinta.-


5

¿Cuántas noches le tomará
a uno como yo aprender
que al fin no estamos hechos de ese
pájaro
que se lanza a volar de sus cenizas,
y que nosotros,
cuando entramos en llamas, no tenemos
más trabajo que abrirnos
y ser
las llamas?.-


1

Habiendo dándome por vencido
ante el empleado traspuesto
bajo su reloj, que debería haberme
despertado golpeando
ya es de mañana
en la chapa de metal cerrada a llave
por la policía,
pude oír las campanas
de la Vieja Torre, tenue campana del
sanctus flotando
sobre la ciudad -tañido
de nuestros amores
la peristalsis de la voluntad de amar siempre
que desciende, grano
a grano, hasta el último,
el más frío cuarto, que es la memoria-
y puse atención a los gusanos
que viven en las camas donde han muerto los viejos
y buscan salir
para penetrar en el cerebro y cortar
los nervios que sostienen
al libro de la solitud.-


                                                                  Galway Kinnell






 Imágenes: Pinturas abstractas de Linda Arthurs, Canadá (contemporánea)



quiquedelucio@gmail.com

Amo tu forma

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                       William Smith Piscoya

Poeta, narrador, ensayista y profesor peruano nacido en Ferreñafe en 1962. Autor de los lbros: "De papel o de madera", "El parque está lleno de fantasmas y otros poemas", etc. "De papel o de madera" con sus 250 páginas (la condensación de una gran parte de su producción literaria), se convirtió en un texto de consulta obligada para conocer el fenómeno de las letras en la provincia de Ferrañafe y del Perú entero.


                                                           "Un punto oscuro
                                                            en el cielo juliano:
                                                            estrella apagada"







AMO TU FORMA

Amo tu forma de amar.
Tus formas. Tu tamaño. Tu locura.
Tan sólo por eso te amo, y por más.
Nadie me ha convenido que te ame,
por eso me he enamorado de tu color,
de tus , de tu presencia de fiesta, de tu historia
de canción de cortometraje.
Por eso te amo. Por la libertad de tu amor en el mío.
Por la libertad de mi amor en tu corazón.
Y también, por la libertad de mi amor
en tu cuerpo, es que te amo.
Desde que te conozco estás impregnada en la brisa
y en las palabras que escapan de mi alma
y prorrumpen por mi boca, de la tierra, por el mar, de tu amor.
A veces creo pensar que has vuelto
de un mundo donde jamás anochece
por la luz despierta de tus ojos y por el encendido
de tus senos en medio de la noche.
A veces olvido que he de morir y construyo una fonda
en el último acantilado de Puerto Eten
para estar allí contigo hasta siempre.
Y por que la pasión de tu amor es como una lluvia de flores
de rocío encima de mis ansias
(durante el amor), o como la mirada de un ángel
abatido tras el bastidor (después del amor)
es por eso que te amo, y por más.

Amo tu forma de amar.
Tus contornos. Tu modo. Tu religión.
La manera como el mundo cree en tus señales.
En tus modales. En tu autonomía.
En todo aquello que justamente tú no crees.
Por eso te amo
Porque reinventas la función que tienen los nombres
sobre las cosas esenciales
y el tiempo sobre la palabra
y la palabra sobre la historia
y la luz sobre las gaviotas que pasan volando
tan cerca al ventanal.
Y por que cantas a Celine Dion y ta apasiona
Almodóvar
y no dejas de creer que Dios sí puede estar
en todas partes, pero que nunca
ha estado en Perú
y que también jamás lo estará.
Por tu nombre que contradice a los elementos
y tú eres los elementos,
es que te amo.
Porque todos te miran y no te alcanzan
a ver completamente
puesto que hay un límite entre sus ojos de ciempiés
y tu caminar de océano.
Y porque nadie puede tenerte toda puesto que tú
posees todo a la vez
por eso te amo, y por más.

Amo tu forma de amar.
Tus esquemas. Tu talante. Tu sentido del humor.
El modo como están distribuidos tus sueños,
tus temores, tus deseos, tus hormonas.
La forma de confiar en el pronóstico del tiempo
y en ningún tiempo en el tiempo que te queda por vivir.
Por eso te amo. Por eso.
Cerca de ti siempre vuelven inquietas las palomas de los parques
y cuando caminas son música azul tras tus caderas
de leona joven y feliz.
Y por eso te aplaude el viento y te celebra el verano
y por que me llamas con tus pensamientos
y eres dócil y sumisa y resignada, es que te amo.
No vayas a dejar de sonreír porque se enfría
el planeta. Ni de cantar porque se mueren
los pájaros en las cubiertas.
Ni de soñar porque no remontarían las mareas.
Ni de bailar para que sigan creciendo los niños
y las plantas.
No dejes de mirar a la tarde para que sea
infinito el poema.
Ni avivar tu aliento de fruta y tu deseo de fuego.
Y por que me miras y el alma se te abre
como una claraboya al sol
por es te amo, y por más.

Amo tu forma de amar.
Tus recuerdos. Tu régimen. Tu ideología.
Lo que cuentas sobre tu niñez junto a las montañas
y a un río y tan lejos de tus padres.
Tus paseos de vacaciones en bicicleta al pie
de la playa atardecida e insomne.
Tu morbo por las cosas dos veces limpias y tres veces secretas.
Lo que crees sobre la política, el amor, el sexo,
la muerte y más allá de la muerte.
Lo que temes de dios y de la vida
y lo que la vida todavía no te ha dado,
a pesar de Dios.
Lo que escondes entre tu pubis de grana
y tus axilas de impúber.
Y porque tus manos me alcanzan hasta donde llegan
mis sueños, y más.
Por tu palabra de lluvia y tu piel de cerezas.
Por tu voz de agua, por tu figura de viento.
Porque vienes de los Andes y tu idioma es de tierra.
Por tus manos de nieve, y más.
Por tu matiz de luna, y más.
Por tu cabello de sol, y más.
Porque la mañana es limpia y el amor es sereno
y el corazón se me llena de canciones
y golondrinas gráciles
cuando yo
te escribo.-


HAIKUS

1
Sale la luna:
una ventana blanca
nos mira queda.

2
Hoy te esperé,
y la diáfana noche
hízose aura.

3
Si quiero decir:
"el azul del océano":
digo: "tus ojs".

4
Garúa insensata,
no llames con la mano
que no es puerta.

5
La mañana niebla:
titilan infelices
las dos hornilla.-



                                                        William Smith Piscoya




Imágenes: Pinturas de la artista contemporánea Carolyne Anderson (Chicago, EE.UU.)




quiquedelucio@gmail.com

El primer amor

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                         Camilo Venegas Yero

Poeta, narrador y comunicador cubano nacido en Paradero de Camarones en 1967. Estudió teatro en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán. Fue editor de las revistas: "El caimán barbudo" y ¨La gaceta de Cuba". Entre sus libros publicados, se encuentran: "Las canciones se olvidan" (1992), "Los trenes no vuelven" (1994), "Itinerario" (2003), "Irlanda está después del puente" (Premio Internacional Casa de Teatro, 2004), Desde el año 2002 reside en República Dominicana.


                                               "En el medio del parque desolado,
                                                en la mitad del día sin ruido,
                                                en el centro del pueblo vacío.
                                                La banda municipal toca
                                                lo que ya nadie recuerda"





LAS VILLAS

El primer amor es una mentira necesaria.
Es una mercancía
con la que tendremos que lucrar
por el resto de nuestras vidas.
Ni siquiera precisa de nombre,
no hace falta decir cuándo y dónde
se acabó el misterio.
Lo que importa son las circunstancias en
las que sucedieron las cosas,
el sabor de tu saliva,
el olr que tuvo su cuerpo cuando
empezó a sudar,
el color de su piel entera y desnuda,
el tormento, toda la lujuria.

Por eso Juana, Nancy, Matilde, Mercedes
y Betsy,
perdonen lo que se ha inventado,
absuelvan ese entresijo donde ustedes
siempre salen a relucir.-


CAMAGÜEY

Tuve una novia que vivía en Florida.
Cada vez que contaba algo de su pueblo
parecía referirse a un lugar
inmenso con las calles llenas de luces.
Jamás habló de tener hijos.
En una libreta llevaba apuntados
los personajes que iba a representar
y el nombre de los países
por los que viajaría
(la lista incluía horarios de trenes,
el punto exacto para los trasbordos
y los lugares donde podría pernoctar
sin riesgo alguno).
Cuando lloraba citaba textos de
Tennesse Williams,
solía reírse entre versos de Moliere.
Siempre nos vimos en La Habana,
nos basábamos en las más oscuras
posadas y en las humedades del
Country Club.
Cuando por fin pasé por Florida
ella se había ido para Daytona Beach.
La ciudad estaba sin luz y en uno de sus
bares, sentados alrededor de una mecha,
dos borrachos contaban esta historia con
una ranchera de fondo:
"Ella vende ropa usada en un trailler abandonado".
"Lo que estudió aquí no sirve para levantar cabeza".
"El marido maneja una rastra y en uno de esos viajes se perdió".
"Los padres dicen que ya no les manda nada".
"Tiene cinco hijos y cuatro intentos suicidas".-


ALMENDRA

Son de almendra, guayaba no.
Condenadas a bailar su perfecta letanía,
estas bellas cubanas mantienen el
compás desde tiempos remotos.
Cada vez que ponemos el disco,
ellas se levantan de sus sillas de tijera
y pasan de medio lado,
para que el tiempo se lea en sus espaldas
semidesnudas.

Son de almendra, guayaba no.
Pero nunca hemos podido probarlas,
su sabor es cerrado, abstracto y su olor
el de cosas guardadas.
Condenadas a bailar su eterna letanía
y amoverse en cámara lenta,
dan la vuelta otra vez y abren sus brazos.
Sólo entonces podemos deducirlas
mejor,
entre el polvo de la república y el scratch
del acetato.-


PINAR DEL RÍO

Cada noche que atravesamos el arrozal,
camino del rancho de tu abuela,
nos acompañaba la sombra de un árbol
que de día nunca vimos.
Entonces el porvenir era una palabra que
no nos hacía falta
Por lo regular,
era suficiente con leer a Faulkner y
dormir la siesta en la casa de tabaco.
Estuvimos allí cerca de un mes.
A la luz de las chismosas nos contaron
las historias de las crecidas del río,
de la mambisa que pasaba al galope
por la neblina
y del ciclón que un día de noviembre
cambió las cosas de lugar.
Con los dedos llenos de saliva
medimos la dirección del viento
y averiguamos el camino a seguir por
una bandada de pájaros.

Siempre nos bastó con el sustento
de aquellas personas.
Una vega en el fin de Isabel Rubio
era el lugar más lejano del mundo
que queríamos conocer.
Ni siquiera el mar nos hacía falta.-



                                                          Camilo Venegas Yero





Imágenes: Pinturas de Carlos Alonso y Henry Asencio.



quiquedelucio@gmail.com

Desde un puerto

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.




                                                             Eduardo Mitre

                                     Poeta boliviano nacido en Oruro en 1943.


                                                      "Tu desnudez expuesta
                                                      entera
                                                      como el pan en la mesa" 






DESDE UN PUERTO

Ese barco era un árbol
Y ahora
El mar piadoso
En cada ola le borra
El recuerdo de un pájaro.
Así, en cada amante,
Al indefenso ausente
-Sin rumor ni sangre-
Rasgo a rasgo
El tiempo borra
El tiempo y el mismo amor
Que -ávido de ser-
Hunde su memoria en otra piel
Ya un cuerpo en otro inmola.

Olvidar es morir
Y renacer otra persona.-


EPÍLOGO

El olor que deja
En la piel la ausencia

El sabor de un nombre
Que quema la lengua

El dolor que queda
En la mujer y el hombre.

Y el tiempo que cuelga
Las cuatro estaciones.-


ESCRITURA

Dejar caer una por una
Todas las máscaras
Hasta la soledad desnuda
Frente al tiempo sin cara.

Buscar en el silencio
Donde manan las palabras
Su ofendida inocencia
Su vocación de alianza.

Fijar su gracia elocuente
Cono el fuego y el agua.
Y atravesarlas como un puente
En un cuerpo y un alma.-



LA AUSENTE

Emigran los pájaros
Pero se quedan
El árbol y el tiempo.

Tengo miedo.

Hay mucha trampa
Y poca luz
En el recuerdo.

Tengo miedo.

Qué pena, amor,
Que tu presencia
Dependa tanto de tu cuerpo.-


LÍNEAS DE OTOÑO

2
No pasa el verano, no.
Arde, eso sí
Y en mil ascuas.
(El otoño
Es su húmeda llama).
Del verde
Al amarillo
Al rojo
Arde como el alcohol
Como la vida de Rimbaud,
Como el cuerpo
Cambiante
De la pasión.-

3
Pasa el viento
Como siempre pasa en el otoño:
Haciendo caer las hojas.
Y en cada rama brota
La transparencia del invierno.-

4
Me observan curiosos
Desde la misma rama
La ardilla y el tordo.-


                                                               Eduardo Mitre








Imágenes: Pinturas de Frederick Childe Hassam  (Estados Unidos, 1859 - 1935)




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Estío

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.




                                                          Juana de Ibarbourou

Poetisa uruguaya nacida en Melo en 1892 y fallecida en 1979. Fue una destacada mujer en el ámbito de las letras, su primer libro publicado fue "Lenguas de diamante", obra que la lanzó a la más resonante fama siendo aún muy joven. Obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Literatura en 1959.
Su precisa poética se la vinculó a la órbita modernista y luego al vanguardismo.

                             
                                                "Y tal vez, a la noche,
                                                 cuando el viento abanique su copa,
                                                 embriagado de gozo le cuente:
                                                "Hoy a mí me dijeron hermosa". 





ESTÍO

Cantar del agua del río.
Cantar continuo y sonoro,
arriba bosque sombrío
y abajo arenas de oro.

Cantar...
de alondra escondida
entre el oscuro pinar.

Cantar...
del viento en las ramas
floridas del retamar.

Cantar...
de abejas ante el repleto
tesoro del colmenar.

Cantar...
de la joven tahonera
que al río viene a lavar.

Y cantar, cantar, cantar
de mi alma embriagada y loca
bajo la lumbre solar.-


FUSIÓN

Mi alma en torno a tu alma se ha hecho
un nudo apretado y sombrío.

Cada vuelta del lazo sobre humano
se hace raíz, para afianzarse hondo,
y es un abrazo inacabable y largo
que ni la muerte romperá. ¿No sientes
cómo me nutro de tu misma sombra?

Mi raíz se ha trenzado a tus raíces
y cuando quieras desatar el nudo,
sentirás que te duele en carne viva
y que en mi herida brota sangre tuya..!

Y con tus manos curarás la llaga
¡y ceñirás más apretado el nudo!-


LA CITA

Me he ceñido toda con un manto negro.
Estoy toda pálida, la mirada estática.
Y en los ojos tengo partida una estrella.
¡Dos triángulos rojos en mi faz hierática!

Ya ves que no luzco siquiera una joya,
ni un lazo rosado, ni un ramo de dalias.
Y hasta me he quitado las hebillas ricas
de las correhuelas de mis dos sandalias.

Mas soy esta noche, sin oros ni sedas,
esbelta y morena como un lirio vivo.
Y estoy toda ungida de esencias de nardos,
y soy toda suave bajo el manto esquivo.

Y en mi boca pálida florece ya el trémulo
clavel de mi beso que aguarda tu boca.
Y a mis manos largas se enrosca el deseo
como una invisible serpentina loca.

¡Descíframe, amante! Descífame, amante!
bajo tu mirada surgiré como una
estatua vibrante sobre un plinto negro
hasta el que se arrastra, como un can, la luna.-


LA HORA

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora, que tengo la carne olorosa,
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera

Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después...¡oh, yo sé
que nada de eso más tarde tendré!

Que entonces inútil será tu deseo
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¿Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?-


LA SED

Tu beso fue en mis labios
de un dulzor refrescante.
Sensación de agua viva y moras negras
me dio tu boca amante.

Cansada me acosté sobre los pastos
con tu brazo tendido, por apoyo.
Y me cayó tu beso entre los labios,
como un fruto maduro de la selva
o un lavado gujarro del arroyo.

Tengo sed otra vez, amado mío.
Dame tu beso fresco tal como una
piedrezuela del río.-


                                                          Juana de Ibarbourou






Imágenes: Pinturas de Nicolay Bogdanov-Belsky  (Rusia, 1868 - 1945)




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Espejos rotos

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                            Cyntia Rascovsky

Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1974. A los 17 años ganó su primer concurso literario, desde entonces inició un camino que hoy produce su primer libro: "Seduce-me". En palabras del poeta Carlos Carbone, Cyntia derriba las puertas, no pide permiso, avanza con su himno a la pasión, guarda secretos para ceremoniales salvajes, sus palabras cantan la más bella canción.

                                               
                                                     "Gime el bandoneón
                                                       y mis piernas te sostienen
                                                       te elevan y se clavan
                                                       en tus notas limítrofes"





ESPEJOS ROTOS

Los pies conocían el espejo donde sus pasos fueron

sólo escuchaba el ruido de los cristales
para saber que sus dedos fueron allí aniquilados
en esa acústica donde la vida se comió la salida.

Las manos conocían el espejo donde sus caricias durmieron

sólo al saber que su no palpable era el trueno de su llanto
en ese eco donde la vida le cortó las venas.

Ella conocía el espejo donde su imagen era víctima

solo al saber que sus ojos pestañeaban sangre
en ese instante decidió
                                        dejar caer los vidrios.-


ANOCHE

Anoche dejé que la luna llore por mí.

Vencí cada lágrima. Desinflé cada molesto.
Escurrí toda pena.
Vomité todo desconsuelo.

Anoche dejé que la luna llore por mí.

Me abracé a mi piel.
Humedecí mi boca.
Acaricié mis ojos.-


38

Déjate caer
te quiero
sin equilibrio
horizontal a mi mar
vencido sobre mi playa
encendido.

Déjate caer
te quiero presa de mis deseos
púber, salvaje, palpitante
lúbrico y ferviente.

Déjate caer
te quiero
blanco, fecundo
de celestes muslos envolventes
en jarras que quiebren
mis carnes y ardides.

Déjate caer
te quiero
espinoso bajo mi pecho
melodioso, naufrago
íntimo ascendente
por el canal de mis piernas.

Déjate caer
te quiero
ave de mis caderas
ardor de mi sexo
cabalgue de mis roces.

Déjate caer
te quiero
en mis adentros
anidando cada espasmo
de mi líbido, con tu cuerpo.

Déjate caer.-


30

Quiero escribir mis versos en tu cuerpo
versear cada poro y beber de tu aliento
acariciar el prólogo firme y disoluto
hacer de mis labios, letras
salivas del abecedario.

Quiero las aguas de tu vida sin estrofas
la ternura, en botellas con destinos perentorios
amarrarlas, sostenerlas, licuarlas
en mi alma, cuerpo, vientre para siempre.

Deseo cada beso del te quiero
en un marca do a mayúsculas
sin comas ni adverbios
una prosa bien tallada de mi arte
en tu verbo.-


23

Hervor que erige
en las frases
en las caricias vaporizadas
en el espejo húmedo
del eco disipado.-




                                                              Cyntia Rascovsky


Imágenes: Pinturas del artista chino radicado en Estados Unidos, An He.



quiquedelucio@gmail.com

Nunca

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.




                                                        Antonio Cubelos Marqués

Poeta español nacido en Ponferrada, León , en 1974. Ha participado de varias antologías y publicado los libros: "La mitad de la luz" (Colección Baños del Carmen, 2009) y "Julia" (Ediciones Vitrubio, Madrid, 2013)


                                                              "El deseo es 
                                                               contundencia también
                                                               Y el olvido
                                                               tu mayor fortuna"

                                       


NUNCA

Nunca ha cesado
en realidad, sigue ahí,
el silencio, solo esa charca
sucia, que nunca
desemboca. Sigue ahí.
Alimentada
de sí misma, engullendo
cadáveres de ruidos, risas,
pieles. En sorda
o pesada digestión. Nunca
un lugar maloliente
tuvo un nombre
tan claro:
memoria.-


ÁNGEL

Hay quienes piensan que es
como el viento,
como la súbita luz
en la tormenta
al final del verano: no sabemos
y nunca
durará en la memoria.
Solamente una vibración, un aleteo;
acaso, el fulgor
de un aliento, unos cuantos pasos
más atrás. En la luz aún palpitante
del abismo, el fondo en la pupila,
es el más solitario.
Es solamente un guerrero;
conducido por el ardor
y la resurrección.-


EPÍLOGO

Hubo más muertos.
La fe pública en silencio esperaba
al borde en los caminos.
Pero no hay tiempo;
hay nieve negra cayendo en las palabras.
Y aquí, alzada la memoria,
derribo el corazón
buscando
pero nunca jamás el paraíso.-


CAMINAR DESCALZO

Es la hora
de las puestas de sol,
el deterioro de un ritmo
lleno de fotos fijas.
El tiempo pasado es nítido;
madurado en la boca,
el tiempo, concebido sin música,
puede imaginarse
adherido a la piel.
Derraman
fragilidad las horas.
La luz, no complaciente,
a la que llaman costumbre.
Los párpados, las cortinas abiertas,
dejan pasar la brisa. Cualquier
pensamiento ahora
tiene olor a madera.
Caminar descalzo
por un suelo ya antiguo: también
la memoria cruje;
y da confort.-


EN OTRA MEMORIA

Sin lazo alguno
este tiempo se agota
como en fotos
no reveladas por la lejanía
pero sí en otra memoria
de quienes pudimos ser
aquí
sin desatarnos.-


LA CASA OSCURA

Es la justa certeza
de estar sólo ante el mundo
hay tanta gente que huye,
que sostiene
después de tanto tiempo
una excusa en las manos.

Es la justa certeza
Esa llamada que nunca recibimos; ese dolor
de los espacios hostiles.

Porque no hay refugios
sino tan sólo pronósticos.
Esta necesidad de luz.

La casa oscura, el niño
que todavía ama.-



                                                Antonio Cubelos Marqués


Imágenes: Pinturas de Diana Elena Chelaru (Rumania, contemporánea)




quiquedelucio@gmail.com

Canto destruido

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y gce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                                   Carlos Pellicer

Poeta mexicano nacido en San Juan Bautista -hoy Villahermosa-, Tabasco el 16 de enero de 1897 y fallecido en México D.F. el 16 de febrero de 1977.


                                         "Agua crepuscular, agua sedienta,
                                          Se te van como sílabas los pájaros tardíos.
                                          Meciéndose en los álamos el viento te descuentan
                                          la dicha de tus ojos bebiéndose en los míos"






CANTO DESTRUIDO

¿En qué rayo de luz, amor ausente
Tu ausencia se posó? Toda en mis ojos
Brilla la desnudez de tu presencia.
Dúos de soledad dicen mis manos
Llenas de ácidos fríos
y desgarrados horizontes.

Veo el otoño lleno de esperanza
Como una atardecida primavera
En que una sola estrella
Vive el cielo ambulante de la tarde.

Te amo, amor, y nada estoy diciendo
Para llamarte. Siento
Que me duelen los ojos de no llorar. Y veo
Que tu ausencia me encuentra
Como el cielo encendido
Y una alegría triste de no usarla
Como esos días en que nada ocurre
Y está toda la casa
Inútilmente iluminada.

En la destruida alcoba de tu ausencia
Pisoteados crepúsculos reviven
Sus harapos, morados de recuerdos.
En el alojamiento de tu ausencia
Todo lo ocupo yo, clavando clavos
En las cuatro paredes de la ausencia

Y este mundo cerrado
Que se abre al interior de un bosque antiguo,
Ve marchitarse el tiempo,
Despolvorearse la luz, y mira a todos lados
Sin encontrar el punto de partida.

Aunque vengas mañana
En tu ausencia de hoy perdí algún reino.

Tu cuerpo es el país de las caricias,
En donde yo, viajero desolado
-Todo el itinerario de mis besos-
Paso el otoño para no morirme,
Sin conocer el valor de tu ausencia
Como un diamante oculto en lo más triste.-


EN EL SILENCIO DE LA CASA

En el silencio de la casa, tú,
Y mi voz la presencia de tu nombre
Besado entre la nube de la ausencia
Manzana área de las soledades.

Todo a puertas cerradas, la quietud
De esperarte es vanguardia de heroísmo,
Vigilando el ejército de abrazos
Y el gran plan de la dicha.

Yo no sé caminar sino hacia ti,
Por el camino suave de mirarte
Poner mis labios juntos a mis preguntas
-Sencilla, eterna flor de preguntarte-
Y escucharte así en mí, ¡y a sangre y fuego
Rechazar luminoso, las penumbras!

Manzana área de las soledades,
Bocado silencioso de la ausencia,
Palabra en viaje, ropa de invierno
Que hará la desnudez en las praderas.

Tú en el silencio de la casa. Yo
En tus labios de ausencia, aquí tan cerca
Que entre los dos la ronda de palabras
Se funde en la mejor que da el poema.-


EN UNA DE ESAS TARDES

En una de esas tardes
Sin más pintura que la de mis ojos,
Te desnudé
Y el viaje de mis manos y mis labios
Llenó todo tu cuerpo de rocío.
Aquel mundo amanecido por la tarde,
Con tantos episodios sin historias,
Fue silenciosamente abanderado
Y seguido por pueblos de ansiedades.

Entre tu ombligo y sus alrededores
Sonreían los ojos de mis labios
Y tu cadera,
Esfera en dos mitades,
Alegró los momentos de agonía
En que mi vida huyó para tu vida.

Estamos tan presentes,
Que el pasado no cuenta sin ser visto
No somos lo escondido;
En el torrente de la vida estamos.

Tu cuerpo es lo desnudo que hay en mí
Toda el agua que va rumbo a tus cántaros.
Tu nombre, tu alegría...
Nadie lo sabe;
Ni tú misma a solas.-


GRUPOS DE PALOMAS

Los grupos de palomas,
Notas, claves, silencios, alteraciones,
Modifican el ritmo de la loma.
La que se sabe tornasol afina
Las ruedas luminosas de su cuello
con mirar hacia atrás a su vecina.
Le da al sol la mirada
y escurre en una sola pincelada
Plan de vuelos a nubes campesinas.-



                                                                  Carlos Pellicer




Imágenes: Pinturas del artista alemán Karl Albert Buehr  (1866 - 1952)




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Naranja para jugo

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                         Patricia González López

Poetisa y docente argentina nacida en Buenos Aires el 7 de agosto de 1986. Licenciada en Relaciones Públicas por la Universidad de La Matanza. Tiene una Maestría en Comunicación y Cultura. Dicta clases en la misma casa de estudios.  Publicó los libros: Indecible" (2009), "Dos de azúcar" (Narrativa, 2010) y "Maldad: cantidad necesaria" (Poesía, Llanto de Mudo, 2013). Ha participado, además, en varias antologías argentinas y del extranjero.


                                                  "Ser atrevido no es ser suicida,
                                                   tener actitud no es desubicarse;
                                                   no respondo a la muerte
                                                   ni a las púas entre las palabras"






NARANJA PARA JUGO

Tenía sed y ganas de algo dulce
te creí una naranja
te tomé con toda la boca
no hay más jugo
quizás
la acidez
entre vos y yo
también sea parte de la justicia
tan simple como que me había gustado
ese abrazó que despertó a los vecinos
un beso de internación
té que se tomaron las hornallas
mientras nos evaporamos
nosotros:
fórmula que quema las sábanas
el silencio:
la metáfora del indeciso
si pudieras comerte tus cáscaras
chico de ombligo en el fondo bueno
tenías que ver lo tierno que te veías
exhibido en el cajón
antes de que te compre
pero claro
¿cuántos días tarda la fruta
en dejar de ser fresca?
tengo tres vicios nuevos
una serie
sonreír
y vos:
pero no te pedí tu libertad
esto es algo más anmal
sed, algo dulce, comerte y dejarme
comer
mirá la gripe que tengo
por decir che, en vez de mi amor
por decir gracias
en vez de ¡lindo,
lo bien que me hizo tu vitamina c!
¿pero cuántas frutas a la vez puedo
comer con sólo una boca?
Y vos, ¿cuántas criaturas podés
alimentar con sólo un ombligo?
Y si me doy cuenta
cuando estás terminado
y yo satisfecha
por qué te encascarás,
si ya te chupé los gajos,
esto es tan simple como que me había
gustado
tranquilo, tu función está cumplida
yo, todo un crimen
aprendí
a matar despacio
quedarse con hambre, si es necesario
y no entregar
el vaso del cepillo de dientes
antes de tiempo.-


UN CHIRRIDO

Un chirrido
en el marzo de mi boca
agua que distrajo tu vaso
mientras querías tomar fernet
¡que vivan los borrachos que postergaron
su amor!
que el agua siga siendo incolora
pido mi aguinaldo para dejarme beber
otras vacaciones por la culpa
proyección acumulada
¡levante la mano quien sueña
abrazar a una mina lavando platos!
querías a una mujer sin decisiones
pero no lavo platos
y tu abrazo es por lo menos, dudoso
la mentira acaba en seco
voyeur de mis gritos de auxilio
lágrimas para franelearla mejor
¿hace cuánto te calentaba que llore?
las palabras sin fecha son de tus
fantasías
¿hace cuánto empezaste a escribirlas?
había mails en bandeja con deseos adjuntos,
ahora están descargados en tu cama,
en el asunto pusiste lo que convenía
para borrarme
el mailing: estoy enamorado, estoy enamorado
publicidad engañosa
algo hacía ruido, era yo
un virus que cagó la programación de su historia
un hacker que se metió en la cuenta equivocada
me apago,
se desprende lo vivido en esta sesión
gotón de rabia
olor a puntos oscuros
necesito ventilar el duelo
te instalás en ese vientre
pulís la cobardía en el nuevo afilador
encuentro una manera de no existir:
llorarte,
mientras
los técnicos diagnostican no hay arreglo
reniego del héroe que te creía
insisto en seguir jugando a los premios
en el fondo
¿quién lucharía por ganarle al cobarde?-


EL DEBE

Soy el gen del mal
activado en los puntos cardinales de mi karma.

Nadie me toca la fibra,
no tengo.

Los pies arriba de una almohada
no me aumentan la sangre.

Pedimos todo el amor que quieras
yo siempre te voy a dar el doble.-



                                                          Patricia González López





Imágenes: Pinturas del artista de Bielorusia, Marc Chagall 


quiquedelucio@gmail.com

Danza en la cintura

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                    Julio César Goyes Narváez

Poeta colombiano nacido en Ipiales, Nariño. Docente investigador del IECO de la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado los libros: "Tejedor de instantes" (1992), "Imago silencio" Premio de Poesía Sol de los Pastos 1977, "El eco y la mirada" (2001), "Imaginario postal" (2010), "Nubes verdes para una ciudad gris" (2010), "La escena secreta" , Premio Obra selecta de la Universidad Nacional 2011, "La imaginación poética" (2012), etc.

                                       

                                                 "Los hombres guardan
                                                  su cínico secreto
                                                  en la hondura de un amor
                                                  que no comprenden" 





DANZA EN LA CINTURA

Recorres las habitaciones convocando la nostalgia
de los retratos.
Observas el camafeo, los libros, los videos;
el cielorraso de estalactitas infinitas
Miras la mujer elegante de Hooper vestida de rojo,
la que cultiva una ilusión en una mansión sin nadie.
Le echas un ojo al drama geométrico de la pared,
Malevich o Mondrian están sin duda convocados.
Te paseas por la alcoba y haces el ademán
de la cama destendida bajo la mirada sesga
de una presentadora de televisión.
Entras al baño que luce impecable,
te aproximas hacia el espejo, te vas de foco.
Regresas al sofá y enciendes otro cigarrillo,
el aire en borlas anuncia una música frenética:
Tihuanaco abre sus puertas y el sol danza con la luna.
Te concentras con el mejor
golpe seco que puedes
y ante tus ojos se yergue una de
"las señoritas de Aviñon",
la danza ha comenzado en su cintura.-


AMANTES CON PIANO

Los amantes suben por las escaleras,
pasillos con espejos levantan acta de sus cuerpos.
La cortina roja destazada por la luz
hace juego con la cama desteñida que aguarda.
En la habitación hay olor a detergente
que blanquea el sueño, a insomnio
que la palabra agota.
La mirada da a la calle vacía,
la radio al piano de Duke Ellington.
El soslayo de los rostros y esa sensación
de querer morir sin prisa, sin lamentos.-


UNA MUERTE MENOS PASAJERA

La escena falaz espera la risa del rebaño
y aunque gastes la vida negando
tu parecido con la muerte,
ella jamás te ignora.
No se puede olvidar a una amiga
por estas calles del jolgorio,
ni evitar la mirada a esos charcos sin fondo,
a esa voz arrastrada por tarros de pasión.
Las noticias de comunidades mutiladas se descargan
entre toallas higiénicas y farándula de televisión.
Ve a los teatros o al lugar que te plazca.
Circula.
No te derrames sobre cualquier baldosa,
no permitas que te pisen los talones.
Circula.
Ve a encontrar mañanas con el tinto de tus ansias,
con las uñas de tus creencias.
Circula.
No huyas de tu sombra; ella no te persigue, te acompaña,
pegada a tu cuerpo se esfumará también
cuando te vayas.
Circula.
           Circula.

Circula.
Ensaya toda la noche una forma de morir menos pasajera.-


IMAGO SILENCIO

1
Cuánto deseo llevan sus aguas esparcidas
en los senos más salvajes,
echando raíces para que árboles y hombres
crezcan en medio de la sed y el olvido.

A orillas de un vado claro juega el amor
y hunde en la noche su quejido clandestino.

Guáitara es palabra que mira,
son que cura, ojos que hablan,
voz trasnochada de silencio entre las ramas.

No se sabe dónde rasgan sus guitarras,
ni cómo retorna el origen de todos los días


2
Eres uno de tantos callejones
que soporta la llovizna tácita de una ciudad
que no doblega su humeadora de dicha.

Muestra tu flor,
aquella cristalina canción
empujada por los que ya han partido.
Destrenzada calle mirándose en los colores
de la tarde tímida,
linda comandando enjambres.

Presiento tu decir en un blanco papel:
regálame las formas de tu silencio
morena aparecida, tal vez entre los dos
surja el color de algún destino.-

3
Nadie de los invitados a esta escena escucha otra música,
preocupados por responder olvidan quién es quién
en esta mesa inmensa.

Todos convidados contados los que asisten,
incluso temerosos degluyen sus dones.

¿Y este dolor de potentados e indigestos?

Cada comida también lleva su patíbulo.-



                                                    Julio César Goyes Narvaéz




Imágenes: Pinturas del alemán Max Beckmann y el estadounidense Jean Michel Basquiat.





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Amapola de papel

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura  y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                                    Jean Turpy

Poeta y editor mexicano nacido en Iguala en 1957. Ha tenido bajo su responsabilidad varias revistas de Sinaloa como "Tinta Fresca", "La Revista", "Clío" y "Generación 90". Es autor del poemario "Escombros" (1994). Actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma  de  Sinaloa. Textos suyos han aparecido en diversas publicaciones impresas de su país y el extranjero.


                                                       "De prisa, muerte
                                                        que estoy a punto de sucumbir
                                                        ante la vida"




      AMAPOLA DE PAPEL

I

Arrastro la pluma
      y me arrastro
      tras mi ausencia
Carezco de cuerpo
      araño el cielo
Me sumo en el perfume juguetón
      de tu perfume
      disuelto
      disperso
      entre las nubes
Te acaricio
(sueño tu fragancia)
me recuesto sobre tus pétalos ajados
      Deliro
Hablo
el lenguaje de las aves
      que dialogan con el viento
mientras agito tu cuerpo transparente
      flor de agua
artificio febril
que despliega la magia de su vuelo
Flor de tinta
      insomnio
      y humo
Tu herida es mi cielo
tu sangre
mi abrevadero de sueños
Soy el murciélago
      que danza enloquecido
      saludando tu soberbia
soy un ángel nocturno
      golpeado por el sol
      cegado por el día
Me inclino ante ti
       caigo   ruedo
       no soy nada  estoy vacío
Ámame
flor mujer
      hembra silenciosa
      Duermo
Al abrir los ojos
      te encuentro cobijada entre mis brazos
      tibia
      con el calor de la muerte y de la vida

Llévame a poblar tu mundo
      ce mariposas cotorras
      peces de alas vespertinas
      insectos de colores tenues
Que vagan describiendo círculos concéntricos
Llévame donde el río se viste de silencio
y el arcoíris
      descubre su fortuna
      acumulando el sueño
      de un sol en cada gota

Deja que busque mi placer perdido
      en tu amable cuerpo inmerso
juntura de terciopelo y tacto ciego
Déjame gritar
No puedo más
      ¡me hundo
      me hundo!
      (me hundo)

Tus manos de seda virgen
      estrangulan con tristeza
     la palidez de mi mirada
Alguien grita
      ¡o es tu silencio el que escucho?
De un lado a otro
      me golpea
      me desborda
una frase escrita
      en el fluir de mi sangre:
"Nadie se suicida dos veces
                       en el mismo río"


II

Amapola de papel
      corola de pasiones exquisitas
dardo somnífero
       punzante
     festivo
      alado
Proyectil que hiere al Zenón incrédulo
     Terco
      que me habita
y asoma diciendo
      "Una ilusión
       mi cuerpo no está rasgado"
-y ríe inconmovible
Agazapado en mil figuras
      acaricio
La luminosa silueta de tus páginas
      galopo
el ritmo estático de tus pétalos
El humo es música
      muero de sonidos
      ¡baila!
      ¡baila!
Reptil de venenoso aliento
      sierpe del ensueño
destroza la helada rigidez de mi flauta
      encanta con tu festiva danza
las fugaces notas
      que nacen para morir
      y mueren vivas
      (la música se esconde)
     no
     no te alejes
     ¡detente!
-giras
eres otra
tu sonrisa es una oración
      que mi memoria abrazar no puede
y se desliza como miedo en la carne
De pronto
      una frase salta
      duda
      se ufana:

"El río se detiene
      a coquetear con la orilla"-


III

Llego ante ti
      huyendo del paraíso cotidiano
     maldito
desquiciado
      irremediable
vengo de un lugar que no existe
      y nunca olvido
emerjo de un pasado que no es mío
      que nadie reclama suyo
de un tiempo que se repite infatigable
      que no cesa de imitarse.-




                                                                 Jean Turpy



 Imágenes: Pinturas del artista ruso Wassily Kandinsky  (Moscú, 1866 - 1944)  


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Discurso de Eva

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                                Carilda Oliver

Poeta cubana nacida en Matanzas en 1924. Estudió Derecho en la Universidad de La Habana. Es una de las más sobresalientes poetisas de hispanoamérica, ganadora de importantes premios, entre ellos: Premio Nacional de Poesía 1950, ganadora del certámen de Washington para conmemorar el tricentenario del nacimiento de Sor Juana Inés de la Cruz, Premio Nacional de Literatura en 1997 y Premio Internacional José de Vasconcelos en el año 2002, etc.



                                                      "Voy a verle
                                                       en cualquier sitio,
                                                       él pedirá un ron para mezclarlo con mis 
                                                       pupilas; yo, el crepúsculo,
                                                       y me traerán una lágrima"




DISCURSO DE EVA

Hoy te saludo brutalmente:
con un golpe de tos
o una patada.
¿Dónde te metes,
a dónde huyes con tu caja loca
de corazones,
con el reguero de pólvora que tienes?
¿Dónde vives:
en la fosa en que caen todos los sueñs
o en esa telaraña donde cuelgan
los huérfanos de padre?

Te extraño,
¿sabes?
como a mí misma
o a los milagros que no pasan.
Te extraño,
¿sabes?
Quisiera persuadirte no sé de qué alegría,
de qué cosa imprudente.

¿Cuándo vas a venir?
Tengo una prisa por jugar a nada,
por decirte: "mi vida"
y que los truenos nos humillen
y las naranjas palidezcan en tu mano.
Tengo unas ganas locas de mirarte al fondo
y hallar velos
y humo,
que, al fin, parece en llama.

De verdad que te quiero,
pero inocentemente,
como la bruja clara donde pienso.
De verdad que no te quiero,
pero inocentemente,
como el ángel embaucado que soy.
Te quiero,
no te quiero.
Sortearemos estas palabras
y una que triunfe será la mentirosa.
Amor...
(¿Qué digo? estoy equivocada,
aquí quise decir que ya te odio.)
¿Por qué no vienes?
¿Cómo es posible
que me dejes pasar sin compromiso con el fuego?
¿Cómo es posible que seas austral
y paranoico
y renuncies a mí?

Estarás leyendo los periódicos
o cruzando
por la muerte
y  la vida.
Estarás con tus problema de acústica y de ingle,
inerte,
desgraciado,
entreteniéndote en una aspiración del luto.
Y yo que te deshielo,
que te insulto,
que te traigo un jacinto desplomado;
yo que te apruebo la melancolía;
yo que te convoco
a las sales del cielo,
yo que te zuzo:
¿qué?
¿Cuándo vas a matarme a salivazos,
héroe?
¿Cuándo vas a molerme otra vez bajo la lluvia?
¿Cuándo?
¿Cuándo vas a llamarme pajarito
y puta?
¿Cuándo vas a maldecirme?
¿Cuándo?
Mira que pasa el tiempo,
el tiempo,
el tiempo,
y ya no se me aparecen ni los duendes,
y ya no entiendo los paraguas,
y cada vez soy más sincera,
augusta...

Si te demoras,
si se te hace un nudo y no me encuentras,
vas a quedarte ciego;
si no vuelves ahora: infame, imbécil, torpe, idiota,
voy a llamarme nunca.

Ayer soñé que mientras nos besábamos
había sonado un tiro
y que ninguno de los dos soltamos la esperanza.
Este es un amor
de nadie;
lo encontramos perdido,
náufrago,
en la calle.
Entre tú y yo lo recogimos para ampararlo.
por eso, cuando nos mordemos,
de noche,
tengo como un miedo de madre
a quien dejaste sola.
Pero no importa,
bésame,
otra vez y otra vez
para encontrarme.
Ajústate a mi cintura,
vuelve;
sé mi animal,
muéveme.
Destilaré la vida que me sobra,
los niños condenados.
Dormiremos como homicidas que se salvan
atados por una flor incomparable.
Ya la mañana siguiente cuando cante el gallo
seremos la naturaleza
y me pareceré a tus hijos en la cama.

Vuelve, vuelve.
Atraviésame a rayos.
Hazme otra vez una llave turca.
Pondremos el tocadiscos para siempre.
Ven con tu nuca de infiel,
con tu pedrada.
Júrame que no estoy muerta.
Te prometo, amor mío, la manzana.-



                                                                     Carilda Oliver





Imágenes: Pinturas del artista Henri Manguin  (Francia, 1874 - 1949)



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La puerta

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                        Carmen Alicia Pérez

Poeta y narradora colombiana nacida en Cereté el 31 de octubre de 1992. Es Licenciada en Lengua Castellana de la Universidad de Córdoba. Es miembro activo del taller literario Raúl Gómez Jattin desde el 2010. Textos de su autoría han sido publicados en la revista Erratas, en Juntaletras, en la antología de cuentos "Con el perdón de los árboles" y en la página de la Editorial Zenú. Ha participado del encuentro internacional de mujeres poetas en Cereté, Medellín y Lorica.


                                              "La luz se agota
                                               como las ganas de llegar,
                                               al otro extremo de la fina cuerda
                                               y la ceguera cada vez se hace más profunda"






LA PUERTA

Hay una puerta entreabierta
por donde se cuela una luz incandescente
He tratado de cerrarla muchas veces y no he podido
He tratado de obviar lo que se esconde detrás
La luz provoca llagas cuando penetra la piel
y así como la puerta se rehúsa a cerrarse
hay heridas que perforan los huesos
y transforman la osamenta
Las lágrimas se revientan contra el piso
cada vez que el viento se impone
Hay una puerta que no se cierra
Hay un anciano que se ata de pies y manos
y se venda los ojos todos los días
Hay otra puerta que también teme abrir
Cuando una puerta se cierra, es mejor no tocarla.-


PRECIPITACIÓN

Me precipito hacia el vacío
con la velocidad de una estrella que cae
Me precipito como una avalancha
de agua y de flores. Y de todo
lo que en mí habita.
La tierra atrae lo que le pertenece
y los cabellos que no me alcanzan
se quedan en otro abismo
que también los absorbe
Y así se divide la vida y la tierra
y a las fuerzas que nos halan
a lo desconocido
Pero la poesía cae
como una gota de agua
y nos devuelve los sueños.-


LA HISTORIA OLVIDADA

Se deshoja la piel
como las ramas secas
que han perdido a sus aves.
Se deshoja la niña
Se deshoja la vida
pensando que la historia es lineal
pensando que no se repetirá en el espejo
y que este no se quebrará de nuevo.
Se va la ola con sus peces
Se va el sol y la luna
El sueño y la noche
y todo vuelve a repetirse
La sonrisa que antes fue mía
volverá a reflejarse en un rostro desconocido
y los hombres que lloraron las mujeres
sepultados con mordazas
para que ni el silencio agriete la tierra,
volverán a ser olvidados.-


TIERRA SECA

En tierra seca buscas agua
para humedecer lo que está a punto de morir
-El agua es inalcanzable pero la muerte no-
La carga cada vez se hace más pesada
Las preguntas se reproducen como el olvido
La tierra seca te sepulta entre las grietas
Te borra toda expresión sonora.
Cuando tu carne invoca las aves negras
y los huesos expuestos están
empieza la lluvia y después la primavera.-


PARTIR

Partir, dejando el funeral de siempre atrás,
la sonrisa fingida de los huérfanos
y la tierra donde solo crecen espinos.
Partir con la única certeza de no estar aquí
Sin despedidas, solo cruzar la calle,
Sin mirar atrás.
No repetir la historia de los salobres
de Sodoma.
Sólo dejaré limpiar mis ojos con el rocío  de adentro
Con la impotencia de no llevarse
a los que uno ama a todas partes.
El partir siempre tiene un precio:
Volar con ilusión y
el miedo a chocar con el infierno pasado.
Hay un camino que cruzaré vendada,
Si me pierdo y ahogo con todo encima,
solo una voz ancestral,
me despertará de aquella pesadilla.-


EL CAMINO NO ES UNA CALLE

Es una brújula.
Una rueda que se tiene miedo de rodar.
Los dormidos, no entienden las respuestas,
ni la gran batalla.
Los dormidos solo duermen,
mientras los que caminan,
sudan y se agotan en el trabajo de andar
y despertar en cada era.
No es fácil permanecer despierto
en la mitad de un desierto o una selva,
mientras todos duermen.
No es fácil ser el lazarillo de los que no ven,
pero el camino no es una calle,
si te quitas la venda, podrás ver.-



                                         
                                                             Carmen Alicia Pérez




Imágenes: Pinturas abstractas de artistas de Estados Unidos, contemporáneos.



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La máquina de pensar

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                        Angélica Morales

Poeta, actriz y escritora española nacida en Teruel el 14 de agosto de 1970. Licenciada en Historia Antigua por la Universidad de Valencia. Diplomada en escritura jeroglífica por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. Obtuvo, entre otros, el Primer Premio de Poesía Miguel Labordeta (2011), Finalista Premio Ausías March al mejor poemario publicado en 2012, "Desmemorias", Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas de Gran Canarias en 2013, etc.


                                               "sola en un pañuelo
                                                 dentro del corazón invertebrado
                                                 de una palabra
                                                 sola"





LA MÁQUINA DE PENSAR

Hoy la vida parece más larga,
más largo el pan aunque se rompa.
No sé que cosas ponerme a mirar hoy,
si cerrar las letras entre mis manos
y echar a volar en esa caja
donde escondo tu sombra.
Hoy la vida es un bosque al que le nacen
postales de asfalto
que piden casas
y martillos,
que piden vidas enfermas en el balcón.
Tú te fundías en el pecho de un balcón (papá)
pero no había aire frente a ti.
Había una fábrica de cerveza y perros,
algún coche que caminaba lento
y después estiraba el cuello hacia detrás
para ver otros coches u otros hombres
que como tú,
se dejaban pasar en un balcón.
Hoy la vida come aprisa.
Devora hijos que no entienden de fábricas,
que sacan perros con su nombre,
que se hacen adictos al ruido.
La calle de ayer
no acunaba el ruido, ¿recuerdas?
Sólo mujeres tristes llevando la compra,
como se llevan perros a un matadero,
como se llevan rodillas al suelo
y se limpian casas.
Hoy la vida corre
(transcurre atlética bajo la lengua de la lluvia,
inventa vidas que no beberá nadie,
perros humanos que no sabrán
orinarse en las fábricas.
Porque los árboles ahora ladran luz
y se visten de otoño a cada rato
y se hacen grandes con el estómago vacío).
No habla francés, la vida,
ni hace colas en las aceras
para apuntarse a un curso de arqueología
por partes.
Yo hablaba en francés con las calles,
inventaba signos mudos
que un cura versión de oriente dibujaba
en la pizarra de un cuartel
(el cuartel
era un seminario
sin perros,
sin fábrica,
sin universidad donde los panes tiemblan).
Tengo balcón en mi ciudad
(Tres ojos de Polifemo desperezándose
en la piedra)
Sin embargo no hay más escaparates
en los que los maniquís saltan,
y tú, (papá) nunca entendiste
que los maniquís saltan,
que se ponen a declamar a Shakespeare cuando menos lo esperas.
Yo me moría siendo una niña en tu balcón.
Me faltaba perfume de lluvia,
una ceniza suave a la que bautizar,
llevarte las zapatillas entre los dientes
o pelar el mes de diciembre en mi corazón
y desear que el año creciera lejos,
sin el alcohol besando tus pantalones.
Podría decir guauuu (ahora)
y hacerme pasar por una fábrica de cerveza,
regar los pájaros,
regresar a casa
y ponerme a esperar monedas en sus harapos
para comprarle cigarrillos a un perro.-


IMPULSO

escribir
escribir
escribir
pulsar el aire con el dedo corazón
¿hay una salida dentro del pecho?
¿alguna vena en intermitencia
como una mujer que asalta las esquinas
por ejemplo
como un perro mordiendo la rabia
de estar vivo por ejemplo?
escribir
escribir
escribir
voltear el alfabeto
saberse inútil
dentro de la hoja
hoja
hoja
hoja
o hielo vestido de fiesta
siempre engaña algún perfume sentimental
algún amante que regresa sin maleta
y con la raya de sus pantalones hacia el lado de las aguas
y las aguas es mi boca abriendo la locura
o la caricia de un burro dentro de la sal
escribir
escribir
escribir
hacerse una
e inanimada
seguir el ritmo de un motor que se vuelve pájaro
o pegamento de esnifar ventanas
decir
bosque
y que el bosque sea una joya trashumante
decir indígena
y que el mundo
regrese a los pájaros dentados
del Harlem.-


PRESENCIA

Una casa se tiende
sobre el manto
de la noche
un árbol
agita su penumbra
y sus hojas
son los
muertos
que llevamos
en el hueco afilado
de una palabra.-



                                                             Angélica Morales






Imágenes: Pinturas del artista español Pablo Picasso   (Málaga, 1881 - Francia, 1973)





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Reveses

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


                                                  Dora Isabel Berdugo Iriarte

Poeta , directora de teatro y abogada colombiana nacida en Cartagena de Indias. Es Técnica en diseño de modas y Especialista en Comunicación y Desarrollo. Sus poemas han sido publicados en revistas, periódicos, antologías de la costa caribe colombiana y en revistas impresas y virtuales. Obtuvo el Segundo Premio compartido en el Concurso Nacional de Poesía Jorge Artel, con su libro: "Mutaciones" (2013) y Primer Premio Nacional a su libro: "Por el agujero que se filtran las vivencias".


                                                    "Hoy, sin luz
                                                     Entre sombras
                                                     Sin aliento y en silencio
                                                     Todavía recuerdo sonreír" 






REVESES

Hay en ti
Una falsa dulzura
Una mezquindad sin límites
Y una capacidad infinita de ocultar tu maldad

Te aproximas con sigilo
Dices lo justo y sonríes
Piensas que puedes atraparme
y quedarás preso de tu propia trampa
No acudiré a tu auxilio
No soy ingenua
No te temo
Sólo quiero asegurarme.-


LAS RAZONES DEL SILENCIO

No preguntes
Por qué no acudo cuando me llamas
Hace tiempo la memoria
Abandonó mi cuerpo
Y sólo tu olor permanece
Aquí donde la luz no me llega
Donde soy llamada extraña.-


ESTACIONES

Al amanecer
En las estaciones del tren
Se observa a lo lejos
La entrada de los pueblos
En medio de la bruma
La gente se entrecruza en el camino
El tren se detiene
Los pasajeros se suben
Se bajan se pierden
En las estaciones del tren
En Madrid un 11 de Marzo
A las siete y media de la mañana
La gente
Desapareció al impacto de la luz.-


RESPUESTAS

No me preguntes
Porque
No tengo certezas
Ni fe en ti   en mí
Ni en lo nuestro
Ni en nada
Solo una vez
Se ama y se cree
Con fe y con certeza
Las demás
Son solo promesas
Destinadas implícitamente
A ser incumplidas.-


APROXIMACIONES

Transitamos por un camino de luz y sombras
Sabes mis pasos
Y no olvidas que aprendí
A adivinar los tuyos

Sé que no debería preocuparme
Por no tener un corazón
Para brindarlo a quienes desean destrozarlo

También presiento
Que si lo tuviera
Estarías con los otros
Disfrutando el placer de destruirme

Algo nos une. Y todo nos separa
Un día reconstruiré mi historia
Y mi corazón será tan amplio

Que habitaremos en él sin tropezarnos.-


EMPEZARON A ESCASEARME LAS PALABRAS

Empezaron a escasearme las palabras
No me es grato aceptar que la vida
Se disuelve entre lugares
que no nos pertenecen.

Con gusto leería a Rimbaud
Imitaría a Sócrates
Comería un rábano
O simplemente me tiraría a un carro

Fue fácil unir nuestras vidas
y casi imposible
Separar nuestros sueños

No es prudente ignorar tu presencia
Pero tu recuerdo sirve solo para torturarme

Sé que un día encontraré mi espacio
Y lo habitaré contigo

Sin olvidar que aun así seremos diferentes.-


MUTACIONES

Presiento que la danza del amor
es un juego de equilibrios insospechados
Algo así como una mujer
Que muta entre mariposa águila
O un monstruo angelical
Que camina danzando aferrado al vacío
Hacia un lugar no muy limpio
No muy lúgubre

Sin sospechar
Que ni el espejo refleja
La bestia que habita mientras ama.-



                                                    Dora Isabel Berdugo Iriarte






Imágenes: Pinturas de la artista croata Sonia Gravilovic (contemporánea)




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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                                  Julio Ortega

Escritor, profesor universitario y crítico literario peruano nacido en Casma en 1942. Reside en Estados Unidos donde impartió clases de Literatura Latinoaméricana en Brown U desde 1989. Vivió también en México y Barcelona y regresó a trabajar como "full professor" a la Universidad de Texas, Austin, en 1978. Ha recibido la Orden del Águila Azteca por el Gobierno de México, la Medalla José Lezama Lima por el Ministerio de Cultura de Cuba en 2010, Miembro Honorario de la Academia venezolana de la Lengua, etc.


                                                          "este verano
                                                          bajo el árbol barroco
                                                          mi vereda:
                                                          orilla de la floresta
                                                          de donde volviendo salí sin sombra"






  LO QUE NOS QUEDA

Lo que nos queda es la letra: la vida
en su propio abecedario,
donde el día se mide
silábicamente, como si el futuro fuese
un concurso de deletreo.
Pasado puro, su habla está hecha
de los lugares que el obvio hace mutuos.
Olvídalo todo menos el barroco
dedicado al sobrenombre.
No hay nada que recordar del río
heracliteano que siguió de largo,
salvo la redundancia.
Ilusiones del nombre propio
cuando partida en dos la palabra
deja un residuo de sílabas,
la escritura sin firma.
La sílaba, Sibila,
habla todas las lenguas.
Sólo es analfabeta del futuro,
que escribimos tentativamente
como si lo recortáramos
letra tras letra
ABC de un idioma
desaparecido.-


LA VIDA DE LOS JÓVENES

Espero bajo el alero que pase la lluvia
incongruente este verano sabatino
de títeres y carrusel.
Es una vida didáctica, con ternura y
sobresaltos porque los horarios de la nena
son la base del tiempo disponible.
Así, los jóvenes padres (aun exaltados
por la literatura amena de su misión en el mundo)
suben a los caballos amarillos del circo
etnológico donde los niños dorados ignoran
el miedo. La vida es este
rintintín metálico, finesecular,
que repite la funambulesca rotación
de los astros en el Mall.
Del tiempo vienen los padres
pero los hijos huyen del tiempo.
Me voy, repetido por la escena
de esta educación ecuestre.-


QUÉ LOCURA

Qué locura haber sido
quien fui, enamorado de la belleza
de la vida, de su fácil documentación.
Qué absurdo puede ser uno
creyendo que al cambiar las luces,
antes de doblar la esquina de la fuente,
habría que cambiar de vida,
dedicarla a la intensidad
de una canción de Schubert.
Después, compré una bolsa de nísperos
y una botella de champán,
y alarmado te esperé.
Nos marchamos en el Talgo
y en el alba cantábrica
partimos el pan.
Deleitoso, raudo,
asombrado pasó el tiempo.
Pero aún despierto
en las vísperas.-


REESCRIBE LA VIDA NO SU HISTORIA

Reescribe la vida no su historia
sino el consuelo de su variación.
Está condenada, se diría, al color local.
Tiene una tendencia, es verdad, melodramática
a las emociones fuertes.
Y suele ser víctima de las ideas fijas.
Sueña, en fin, que es otra
(para leerse censurada, lectora
de Freud) y se deja arrebatar por los personajes
capaces de canjear su existencia
por la tuya, a nombre de la identidad.
La vida, una suerte de "ego trip",
prodiga así explicaciones, robusta.
Es el caso de la bella catalana
en la presentación de un libro
en Barcelona: recuerdo su coqueto
sombrero puneño,
tan lozana, húmedos los ojos oscuros.
No sé que hace ella aquí, aparte de
alegorizar, supongo, un estado de inminencia
(amorosa, zozobrante), antes
de que en la costa ella pasee
vestida de amante arrebatada, con el pelo
largo, traje sedoso y libre,
a nombre del amor perecedero.
Pensamientos vanos
que poco añaden a la existencia disímil
de su verdad, este trance alegórico.
Así, la vida se torna
anacronista: inventa testigos
de sus personajes preferidos
y nos despierta alarmados
por la belleza perdida. Solos
con la verdad del otro, tarde.
Como si faltaran pruebas, me anima
la urgencia de enviarle un fax.-



                                                                  Julio Ortega



Imágenes: Pinturas de Jules Bastien Lepage  (Francia, 1848 - 1884)



quiquedelucio@gmail.com

Cuando estuve en el mar

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Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                                   Jaime Sabines

Poeta y ensayista mexicano nacido en Tuxtla Gutiérrez en 1926 y fallecido en Ciudad de México en 1999. En 1985 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1986 el Premio Juchimán de Plata por el Estado de Tabasco, en 1991 se le otorgó la Presea Ciudad de México, en 1994 el Senado de la República lo condecoró con la medalla Belisario Domínguez. Por su libro: "Fragmentos de sombra", antología de su poesía traducida al inglés, obtuvo el Premio Mazatlán de Literatura en 1996.



                                                        "¿Qué fácil es la ausencia?
                                                         En las hojas del tiempo
                                                         esa gota del día
                                                         resbala, tiembla" 





CUANDO ESTUVE EN EL MAR

Cuando estuve en el mar era marino
este dolor sin prisas.
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.

Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.

No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,

de la piel de las cosas
y de la sangre que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.

No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto.-


DESPUÉS DE TODO

Después de todo -pero después de todo-
sólo se trata de acostarse juntos,
se trata de la carne,
de los cuerpos desnudos,
lámpara de la muerte en el mundo.

Gloria degollada, sobreviviente
del tiempo sordomudo,
mezquina paga de los que mueren juntos.

A la miseria del placer, eternidad,
condenaste la búsqueda, al injusto
fracaso encadenaste sed,
clavaste el corazón a un muro.

Se trata de mi cuerpo al que bendigo,
contra el que lucho,
el que ha de darme todo
en un silencio robusto
y el que se muere y mata a menudo.

Soledad, márcame con tu pie desnudo,
aprieta mi corazón como las uvas
y lléname la boca con su licor maduro.-


ME DOY CUENTA

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.-


ME TIENES EN TUS MANOS

Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mí mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.-


NO HAY MÁS

No hay más. Sólo mujer para alegrarnos,
sólo ojos de mujer para reconfortarnos,
sólo cuerpos desnudos,
territorios en que no se cansa el hombre.
Si no es posible dedicarse a Dios
en la época del crecimiento,
¿qué darle al corazón afligido
sino el círculo de muerte necesaria
que es la mujer?

Estamos en el sexo, belleza pura,
corazón solo y limpio.-


                                                                 Jaime Sabines





Imágenes: Pinturas de la artista argentina Raquel Forner  (1902 - 1988)



quiquedelucio@gmail.com

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