Undécimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 10.000 escritores, respetando el derecho de autor.
Publicación N° 2.834-
Alberto Destéphen
Poeta de Honduras, nacido en San Luis, Comayagua. Es Ingeniero Electrónico Industrial graduado en la Universidad Autónoma de Honduras, con estudios en la carrera de Física de la UNAH. Docente universitario, en el campo de la literatura ha publicado: "Raíces nocturnas" (1998), "Palabras con tierra" (2002), "Manzanos del Edén" (2006), "La cortesana" (2008), "Salmos del nuevo milenio", "Salve invierno", "En un principio era el Dolor", etc. Es miembro fundador de la Asociación Centroamericana de Escritores y Escritoras". Ha tenido participación en antologías, recitales y presentaciones varias a nivel nacional y regional. Participó en el Primer Festival de Poesía de Granada.
"No son palabras mis anhelos,
son candentes deseos, leña
y cenizas; agua hirviendo.
vaciándose, siempre fundiéndose"
ERES
Eres entre el albor de las sábanas
el esplendor de la noche
donde no cumplo
ningún precepto de ángel.
Amorfa mi pureza que llora,
despliega imágenes
que me llevan a la sin razón
de no creer en los sortilegios de dios
y sus promesas,
donde las pasiones de mi carne
no participan.
Eres, entrelazada en mi cuerpo,
filosa verdad
en donde nace
mi enfermedad filosófica
de anunciar faroles ajo tierra.
Negarte es ocultar mi propio fin,
hacer algún poema
que me aniquile.
¿Cómo olvidarte entre las blancas sábanas?
Desde allí
inicio mis acercamientos a la tierra,
el alma llena de materia.-
PALABRAS LÍQUIDAS
Ven, vamos
a las líquidas señales.
A la lozanía de las vertientes,
a los armas,
al agua de los arroyos.
A los pájaros azules de los ríos,
a los pechos de la luna,
a las lunas de tus pechos.
del agua de tus manos.-
MANZANOS DEL EDÉN
No eran los pinos de intenso color,
ni el río que cruzaba una sola vez,
en donde las sombras de nuestros deseos
enlazaban nuestras manos y besos.
Eran tu mirada y la mía,
alambres en el viento
donde los pájaros sostenían
su concierto estival.
No era el agua que caía de tu boca
ni la curva de tu vientre,
donde lentamente
fluía el dolor de mis manos.
Era la serpiente, la serpiente del edén,
que nos daba el secreto de dios
mientras los ángeles dormían.-
SUBASTO
Subasto:
la luna de mi dolor,
la nostalgia que persigue mis pasos,
el agua que llora en mis poemas;
la última estrella que brilla en mis temores.
Subasto:
el fango retorcido en mis dudas,
la lujuria
precipitada en mi soledad;
la artillería,
los plomos de mi corazón.
Subasto...
el deseo asesino
que encierro en la escritura.-
Alberto Destéphen
Imágenes: Pinturas de Mónica Fernández.
Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal