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Confusión

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                                                           Kenneth Rexroth

Poeta, ensayista y traductor estadounidense nacido en Indiana en 1905. Radicado desde joven en California, publicó una abundante obra, en la que se destacan su poesía y sus traducciones, en particular de la poesía china y japonesa. Autodidacta, políglota y dueño de una inmensa cultura, fue precursor del llamado Renacimiento cultural de San Francisco y padre de la contracultura norteamericana, denominada "generación beat". Murió en 1982 en Montecito, California.



                                           "me preguntas en qué pensaba
                                           antes de que fuéramos amantes. 
                                           La respuesta es fácil.
                                           No tenía en que pensar"



CONFUSIÓN DE LOS SENTIDOS    poesía de Kenneth Rexroth

 La luz de la luna inunda los laureles
como música. El aire iluminado por la luna
está en calma. Tu blanca cara se acerca
a la mía. La pena voluptuosa nos abraza como
una telaraña, una canción y un perfume,
luz de luna. Tu pelo cae y nos envuelve la
cara. Tus labios culebrean entre
los mios. Tu lengua entra en mi boca.
Un murciélago vuela a la luz de
la luna. La luz de la luna te inunda los
ojos, que no tienen iris ni pupilas,
Son sólo globos de fuego frío como los
de los ciervos que pasan junto
a nosotros por el bosque desierto. Tu
esbelto cuerpo se estremece y huele
a algas marinas. Yacemos y escuchamos
nuestra respiración a la luz de
la luna. ¿Oyes? Respiramos. Estamos vivos.-


ENTRE YO Y LA MUERTE

Me gusta imaginarte desnuda.
Pongo tu cuerpo desnudo
entre yo y la muerte.
Si me pongo a pensar
y prendo fuego a tus dulces pechos
hasta los tendones bajo tus rodillas,
puedo ver muy lejos a través de tu cuerpo.
Lo que miro está vacío,
pero al menos está iluminado.

Sé cómo tus hombros relucen,
como tu rostro cae en trance,
y tus ojos se ponen como los de un sonámbulo,
y tus labios de mujer
que es cruel consigo misma.
              Me gusta
imaginarte vestida, tu cuerpo
cerrado al mundo y contenido,
su maravillosa arrogancia
que hace que todas las mujeres te envidien.
Puedo recordar cada vestido
cada uno más orgullosos que una monja desnuda.
Cuando me voy a dormir mis ojos
se cierran en una red de memoria.
Su nube de íntimo olor
sueña en vez de mí.-


TRANQUILAMENTE

Tendido tranquilamente junto a ti,
mi mejilla contra tu firme, quieto muslo,
la callada música de Boccherini
bañándonos en la quietud,
mientras el sol abandona los altos de la casa
y se aleja por el Pacífico, en calma-
Tan calmado se mueve el sol sobre nosotros,
tan calmado como siempre,
tan calmados, nuestros cuerpos, agotados
por el tiempo y las penitencias del amor, nuestros
cerebros ovillados, quietos en sus caparazones,
adormecidos,
nuestros corazones lentos, tranquilos, confiados
en sus ritmos entrelazados, el pulso
en tu muslo acariciando mi mejilla. Tranquilo.-



                                                    Kenneth Rexroth




Imágenes: pinturas de la artista del impresionismo de Estados Unidos, Mary Cassat  (1845- 1926)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda 
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

Amor, amor

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                                                               Gabriela Mistral

                                             (Vicuña, Chile, 1889-Nueva York, 1957)
                                                   Premio Nobel de Literatura 1945



                                       "Dame la mano y danzaremos,
                                       dame la mano y me amarás.
                                       Como una sola flor seremos,
                                       como una flor, y nada más"



AMOR, AMOR   poesía de Gabriela Mistral


Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!


AUSENCIA

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos, que se devanaban,
en lanzaderas, delante tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te miro, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche,
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!


ESCÓNDEME


Escóndeme que el mundo no me adivine.
Escóndeme como el tronco su resina, y
que yo te perfume en la sombra, como
la gota de goma, y que te suavice con
ella, y los demás no sepan de dónde
viene tu dulzura...

Soy fea sin ti, como las cosas desarraigadas
de su sitio; como las raíces abandonadas
sobre el suelo.

¿Por qué no soy pequeña como la almendra
en el hueso cerrado?

¡Bébeme! Hazme una gota de tu sangre, y
subiré a tu mejilla, y estaré en ella
como la pinta vivísima en la hoja de la
vid. Vuélveme tu suspiro, y subiré
y bajaré de tu pecho, me enredaré
en tu corazón, saldré al aire para volver
a entrar. Y estaré en este juego
toda la vida.-



                                                                  Gabriela Mistral




Imágenes: pinturas del artista ruso Vladimir Volegov (Khabarousk, 1954)



Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
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twitter@quiquedelucio

Primavera

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verano, otoño, invierno y otra vez primavera...


                                          "Veo a diario tu casa que, encendida
                                           con ese sol, ya casi en primavera,
                                           es la rosa del día más primera
                                           por donde tú apareces a la vida"  



MARIPOSA

Quisiera
hacer un verso que tuviera
ritmo de Primavera;
que fuera
como una fina mariposa rara,
como una mariposa que volara
sobre tu vida, y cándida ligera
revolara
sobre tu cuerpo cálido de cálida palmera
y al fin su vuelo absurdo reposara
-tal como es una roca azul en la pradera-
sobre la linda rosa de tu cara...

Quisiera
hacer un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera
y cual una mariposa rara
revolara
sobre tu vida, sobre tu cuerpo, sobre tu cara.-


                                                 Nicolás Guillén



PRIMAVERA SOBRE LA TIERRA

Camino tras la luz, como el girasol
lo hace tras el sol...
Huyendo las rumas,
se alejaron las lluvias
y una radiante mañana...
El sol, en el azul,
brilló con sus destellos de oro
el mundo bañó;
la alondra, de nuevo, feliz y dichosa
la tierra sobrevoló gozosa,
su dulce canto entonó y lo hizo,
al arroyo cristalino emulando
y los mil un murmullos del bosque, a coro,
le secundaron,
cientos de florecillas del valle prendidas del talle,
felices danzaron sus vestiduras de varios colores
exhibieron,
saludando gozosas a la radiante Primavera que al fin,
como un milagro de renovación,
brotó sobre la tierra
y la colmó de esperanza e ilusión.-


                                                  Jackselins  Arteaga



CARTA DE ROMA

Te escribo, amor, desde la primavera.

Crucé la mar para poder decirte
que, bajo el cielo de la tarde, Roma
tiene otro cielo de golondrinas,
y entre los dos un ángel de oro pasa
danzando.

La cascada de piedra que desciende
por Trinitá dei Monti hasta la plaza,
se detuvo de pronto y ahora suben
azaleas rosadas por su cuerpo.

Los árboles repiten siete veces
la música del viento en las colinas,
y el húmedo llamado de las fuentes
guía mis pasos.

Más bella que en el aire
una rota columna hallé en el césped,
caída en el abrazo de una rosa.

Cuando fluye la luz,
cuando se para
el tiempo,
asomadoa a los puentes Roma busca
su imagen sobre el Tevere,
y en vez del nombre suyo ve que tiembla
tu nombre, amor, en el rodante espejo.-


                                          Meira Delmar 







 Imágenes: pinturas del artista contemporáneo Omar Delawer



Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
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Usted

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                                                          Adrián Desiderato

Poeta y periodista argentino nacido en Lomas de Zamora, Buenos Aires en 1950. Entre sus libros de poemas figuran: "Treinta poemas escritos en invierno" (1977), que ganó el Premio El Bardo de la Editorial Lumen, Barcelona, quien lo editara en su colección del año siguiente, "Conejos de opio" (1976), "Guía del siglo XX para un turista del futuro" (1991), finalista en la convocatoria 1988 del Premio Casa de las Américas, Cuba, "Prosas, presas y poemas en fuga" (2001), "El equipo que nunca existió" (2003), etc.


                         
                                   "Mientras en Londres las bombas silban silba
                                    la gente, en Buenos Aires, Amor en Budapest
                                    o tararea La que murió en París.
                                    ¿o el que murió, quizás, en Coyoacán?"



USTED  poesía de Adrián Desiderio

Usted sabía que ella no iba a venir
pero igual la esperaba.
Seguía parado en la esquina,
aburrido
con su cara de buzón al paso,
recibiendo las cartas de la indiferencia
que la gente le metía en la boca.
Ella no vino, claro, pero ya qué importaba,
usted había empezado a comprender
la soledad de los buzones.-


¿EL AMOR?

A Francois Truffat, cuyos personajes
afirman que "las historias de amor
tienen un principio, un medio y un fin",
pero nunca se convencen del todo.

Lo de siempre: una pasión se agrieta,
los besos se humedecen,
las carnes que temblaron de gozo
se reducen a piedras.
Detrás de cada amor hay un baldío
que quiere devorarlo,
donde crecen los yuyos,
donde se tiran las caricias usadas.
El hombre entra en el hospital
con un termo de leche,
con un termo de talio para su esposa enferma.

Así acaban las historias de amor: envenenadas.-



POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS

¿Qué es el amor? -pregunta
el que jamás se ha enamorado.
Qué es el amor -pregunta
los que amaron, amarán, se desaman.
Un resplandor absorto
se eleva y quema a Dios.
De eco en eco
el universo se lleva la pregunta,
pero devuelve una respuesta.

La enuncia en voz tan baja
que no puede escucharse.-


TRASPLANTES

¿Cómo serán los hombres de corazón artificial?
¿Tendrán amores de artificio? ¿O fuegos
artificiales al hacer el amor?
¿Padecerán desdichas amorosas? ¿Podrán
amar sin que los hieran, sin herir,
amar como es preciso y,
finalmente, ser amados?
¿Convendrá usarlos o será
mejor quedarse con este viejo corazón
y dejarlo morir cuando la hora
llegue o sea, y asciendan
por la arteria cardíaca los coágulos
de las dichas inciertas?

¿Valdrá la pena cambiarse el corazón?


MISIÓN APOLO

Armstrong y Aldrin
sembraron en la Luna a los hombres.
Collins los miraba extasiado.
De pronto, Aldrin buscó la Tierra,
pero sólo vio estrellas y otra luna.
Armstrong y Collins regresaron,
Aldrín también, pero no sabe a qué planeta.
En las tabernas de Chicago y Wisconsin,
frente a una copa.
Aldrin regresa a las estrellas.
Parece que bebiera, pero no, Aldrin no bebe,
Aldrin busca unas llaves que extravió entre
los astros.-


                                                            Adrián Desiderato





Imágenes: pinturas del artista Ricardo Fernández Ortega (Durango, México, 1971)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
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Despedida de un paisaje

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                                                                Wislawa Szymborska

                                                                 (Polonia, 1923-2012)
                                                         Premio Nobel de Literatura 1996


                                                             "Nada sucede dos veces
                                                             ni va a suceder, por eso
                                                             sin experiencia nacemos,
                                                             sin rutina moriremos"



DESPEDIDA DE UN PAISAJE   poesía de Wislawa Szymborska

No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.

No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.

Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.

No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.

Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.

Respeto  su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.

Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.

No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada les pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.

Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.

Te he sobrevivido suficiente
como para recordar desde lejos.-



MOVIMIENTO

Tú aquí lloras, y allí bailan.
Y allí lloran en tu lágrima.
Allí fiesta. Allí alegría.
Sin saber nada de nada.
Casi luz en los espejos.
Casi llamas de unas velas.
Casi patios y escaleras.
Casi puños, casi gestos.
El hidrógeno informal y el oxígeno a la par.
Los granujas cloro y sodio.
Ese golfo del nitrógeno en cortejo.
Que se alza, se evapora.
Gira y gira bajo el cielo.
Tú aquí lloras, a eso juegas.

¿Tú quién eres, bella máscara?.-



                                                               Wislawa Szymborska






Imágenes: pinturas del artista Edouard Vuillard  (Francia, 1868-1940)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda 
la Palabra"
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Colocado ahí

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                                                             Martine Broda

Poeta, crítica literaria y traductora francesa nacida en Nancy en 1947. Graduada en Filosofía y Letras orientó su creación hacia la poesía y el ensayo. Formó parte del equipo de trabajo de la revista "Action Poétique". Sus principales obras son: "Poémes d'eté", "Passage", "Grand jour", "Double", "Tout ange est terrible", etc. Introdujo a los lectores franceses a Paul Celan , Rilke, Eliot y Nelly Sachs, entre otros. Falleció en París el 23 de abril de 2009.


                                           "La espera.
                                            como para una ejecución.

                                            quisiera que se realizase para renacer"



Poemas de su libro DESLUMBRAMIENTOS


colocado ahí. más
allá de ese límite más
allá.
ya no se sufre.

lo entrego a dispersión.
al olvido del mar.

cuerpo descosido de ti.
salado hasta el goce
desierto.-


***************************

como un jardín de
cristal, en el instante
que aúlla sin comprender.
en la mano.

en torno a una cosa dulce
y carne.

el crimen (ojos de esmalte)
respira a los pies de una
silla.-


***************************

en la mejilla la confesión relámpago
un punto fijado lejos de
quien retrocede

jugué a las tabas
un cuerpo desmembrado.
de luz.

ligado por sintaxis -dolor. limo
del sueño que deposita

esa oscuridad a medida
que retrocede.-


**************************

estás gris, casi extenuada,
tendida sobre el arenal, al lado del
espectáculo del mundo

estás ciega y vista desde todas partes
resbalan lágrimas que no te pertenecen.-


****************************
existencia
pequeñita
descolorida
apenas leve
agitan tus hombros los sollozos

muñeca muerta entre pensamientos
recae la mano.
esparce rosas de ceniza

hasta dónde maniatada
por la esperanza
una máquina de torturar el tiempo.-


***************************

hachazo
al árbol desnudo
golpes
hasta el derribo
en tu morir en mi

por
abajo


***************************

latigazo silbante    lila tumefacta
del terrible jardín de la infancia

dedos envarados sobre la boca
del secreto

la mano ardida de transparencia.-

***************************

tras la muerte todo será suave
como un párpado tras la muerte

ojo tiembla: pestañeo de la tormenta

un país detenido
resurge con las aguas.-



                                                                Martine Broda




Imágenes: pinturas de León de Smet  (Bélgica, 1881-1966)



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Tu nombre

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                                                                   Nelly Sachs
                         
                                                    (Alemania, 1891, Suecia, 1970)
                                                   Premio Nobel de Literatura 1966


                                                         "Tras la puerta
                                                          pulsas la cuerda de la ansiedad
                                                          hasta que lleguen las lágrimas.
                                                          En esa fuente te reflejas" 


TU NOMBRE SE TE HA PERDIDO   poesía de Nelly Sachs

Tu nombre se te ha perdido
pero el mundo acude
y te ofrece bella variedad.
Agitas la cabeza y niegas
pero tu amado
encontró una vez la aguja en tu pajar.
Escuchas: él ya te llama.-



EL CONTORNO

Queda eso...
con mi mundo saliste
cometa de la muerte.
Va quedando el abrazo
del vacío
un anillo girando
que perdió su dedo.

Otra vez negrura
ante la creación
ley de tristeza.
Deshojando el atolondrado oro
de la noche
que el día se permitió.

La caligrafía de las sombras
como herencia.

Paisajes coloreados de verde
con sus aguas clarividentes
ahogados
en los callejones de las tinieblas.

Cama, silla y mesa
salieron en puntillas del cuarto
tras el cabello de la separación...
Todo ha emigrado contigo
toda mi posesión fue expropiada...

sólo que tú lo que más amo me bebes
las palabras del aliento
hasta que enmudezco.-



AÚN FESTEJA LA MUERTE LA VIDA

Ella baila-
pero con un grave peso-
¿Por qué baila con un grave peso?
Ella estará inconsolable.

Gimiendo muestra a sus amados
desde la profundidad,
en el atractivo del mar del
mundo
aliento que sopla la inquietud
sobre la armadura salvante de sus brazos.
Mudo se agita un pez sufriente
en su amor.

Pero de repente
en la nuca
la doblega el sueño hacia otro lado-

Libertas
son vidas-
son muerte.

Ya quiere lo extremo emigrar
el corazón del agua
y el fuego demoníaca luz admirable
los florecientes nacimientos de la tierra
y aire que cantando abandona el aliento.

Ansiedad es el soberano
el águila invisible
destroza su presa
la lleva a casa.-



                                                                 Nelly Sachs




Imágenes: pinturas del artista Camille Pissarro (Islas Vírgenes, Francia, 1830-París, 1903) 



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Tierra ausente

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                                                              Miguel Arteche

Poeta, ensayista y narrador chileno nacido en Nueva Imperial en 1926 y fallecido en 2012. Cursó Humanidades en el Instituto Nacional de Chile y luego estudió Literatura en la Universidad Central de Madrid. Fue miembro de número de la Real Academia Española y miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Entre sus principales obras, se mencionan: "Invitación al olvido" (1947), "Antología de veinte años" (1972), "Noches" (1976), "Tercera antología" (1991), etc. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Chile.


                                           "Lágrimas que dejé tras la montaña.
                                            Ojos que no veré sino en la muerte.
                                            A través del adiós, ¿quién me acompaña
                                            si mis ojos que ven no pueden verte?"



TIERRA AUSENTE, NO HAS DE VOLVER JAMÁS   poesía de Miguel Arteche


Por eso, cuando el vientre sinuoso
del alcohol te rodea,
cuando las luces de las calles resbalan por tus ojos
como extrañas bocas planetarias;
cuando -con los puños ardientes-
preguntas por el pasado que escupe tus entrañas,
tú escuchas bajo el eterno
y solitario corazón de la noche,
el respirar, la angustia, las historias anónimas
de millares de cuerpos ya desvanecidos
bajo embelesos negros, y el incansable
sueño del tiempo
que hunde sus cinturas heladas.-


NOCHE PERDURABLE

Apóyate, noche, sobre nuestros pechos:
éntranos
en tu centelleante oscuridad.


Noche de los amantes que yacen sepultados,
noche de la serpiente que nos acecha siempre.
Solemne y alerta
apóyate para cantar en nuestros pechos. Apoya
tu cabeza en los muslos del solitario:
hazlo fulgir, haz que su llama brille un momento,
haz que su fuego se eleve a tu cabello estrellado.
Sobre las llamas de nuestras vidas desiertas,
tú, la gran errante, vienes sobre nosotros.-


EL AGUA

A medianoche desperté.
Toda la casa navegaba.
Era la lluvia con la lluvia
de la postrera madrugada.
Toda la casa era silencio,
y eran silencio las montañas
de aquella noche. No se oía
sino caer el agua.

Me vi despierto a medianoche
buscando a tientas la ventana;
pero en la casa y sobre el mundo
no había hermanos, madre, nada.

Y hacia el espacio oscuro y frío
y frío el barco caminaba
conmigo. ¿Quién movía
todas las velas solitarias?

Nadie me dijo que saliera.
Nadie me dijo que me entrara,
y adentro, adentro de mí mismo
me retiré: toda la casa.

Me vio en el tiempo que yo fui,
y en el seré la vi lejana,
y ya no pude reclinar
mi juventud sobre la almohada.

A medianoche busqué
mientras la casa navegaba.
Y sobre el mundo no se oyó
sino caer el agua.-


DAMA

Esta dama sin cara ni camisa,
alta de cuello, suave de cintura,
tiene todo el temblor de la hermosura
que el tiempo oculta y el amor desliza.
Esta dama que viene de la brisa
y el rango lleva de su propia altura,
tiene ese no se qué de la ternura
de una dama sin fin, bella y precisa.
Aunque esta dama nunca duerma en cama
parece dama sin que sea dama
y domina desnuda el mundo entero.
Esta dama perdona y no perdona.
Y para eso luce una corona
esta dama que reina en el tablero.-


                                                              Miguel Arteche




Imágenes: pinturas de Peder Mork Mönsted  (Dinamarca, 1859-1941)


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Cosas en común

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                                                              Joan Margarit

Poeta español nacido en Sanauja, Lleida en 1938. También ejerce la profesión de arquitecto y profesor universitario. Desde el año 1980 el poeta decidió utilizar el catalán como lengua literaria, con la que ha publicado casi el total de su obra, unos veinte libros. Su última obra "Casa de misericordia", editada por Proa en 2008, obtuvo el Premio Nacional de Poesía, el Premio "Rosalía de Castro" y el de Poesía de Catalunya. Está considerado uno de los mejores poetas catalanas cuya obra abarca una extensa variedad temática.


                                       "Acostado a tu lado, oigo los trenes.
                                        Cruzan mi frente sus fugaces luces
                                        rasgando el horror tibio de esta noche.
                                        La pausa del silencio me deja una luz roja"



COSAS EN COMÚN    poesía de Joan Margarit

Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
la radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.-


FLORES BLANCAS EN LA NIEBLA

Sábanas grises de la escarcha
cubrían el bancal de los almendros;
pero llegaron lluvias como máscaras
y la hierba borró los espejos del frío.
En la invernal mirada un aire cálido
comenzaba a mentir
a aquellas alas grises
de pájaros erráticos en árboles
desnudos.
En una sola noche de tibieza
con reflejos de sombra en el espejo,
los almendros se abrieron en sus
flores.
Tú llegaste también
en un tiempo de frío y soledad:
El amor fue la brisa
sobre la escarcha gris. Las flores
olvidadas
extendían olor a primavera
en el ámbito helado, nieve cálida
de breves flores blancas. Con tristeza
las recuerdo durante aquel invierno
que en una sola noche las heló.-


INICIACIÓN

Calles estrechas con esquinas tristes,
rótulos anunciando en los balcones
lavaje y la cura de venéreas.
Lances de amor, permanganato, el
alba.
La primera mujer
en un cuarto con sábanas heladas.
La luna tiene el rostro
de aquella pobre mujer de Madrid.
La ciudad gris, como la policía.
Fue un mítico viaje clandestino.
No quiero añadir más literatura.
Ni me marcó ni me hizo sentir sucio.
Sólo un tanteo previo
para irme acostumbrando a este
misterio
que une dentro de mí mi amor por ti
a un peligro de oscuros callejones.-


MUJER DE INVIERNO

Hoy que la soledad
es la última forma del amor,
esta triste ciudad ha hecho que pierda
lo que había perdido, ya, de ti.
¿A qué has venido?
¿Quién eres, si eres sólo
la imagen en el fondo del pozo de mí
mismo?
He quemado tu cuerpo en mi interior,
todo ha llegado demasiado tarde.-


                                                                Joan Margarit




Imágenes: pinturas del artista Pino Daeni (Bari, Italia, 1939-Estados Unidos, 2010)



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Siempre

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                                                                Maruja Vieira

Poeta colombiana nacida en Manizales en 1922. Se ha desempeñado además como periodista y catedrática de la universidad. De una extensa obra poética, merecen  destacarse sus libros: "Sombra del amor", "Palabras de la ausencia", "Mis propias palabras", "Tiempo de vivir", "Campanario de lluvia", "Los poemas de enero", etc. Ha publicado, además, en periodicos y revistas literarias de prácticamente toda latinoamérica.


                                                    "yo me creía sola
                                                     pero estabas aquí.
                                                     El amor
                                                     le arrancó tu mirada a la muerte"


SIEMPRE   poesía de Maruja Vieira


Siempre regresas.
Para ti no hay tiempo
ni tiene oscuros límites la tierra.
Siempre vuelves.
Y siempre estoy aquí, esperando tus manos,
llenándome de sueños como de lluvia un árbol.
No hay nada diferente. Todo es igual y puro
cuando vuelves.
No han pasado los días ni he sufrido.
Estoy sola,
con el corazón limpio como una fuente nueva.
Tengo otra vez palabras y caminos
y contigo regresan las brisas y las estrellas.
Regresan las campanas y los pájaros,
me devuelves la música, el murmullo
de los ríos lejanos,
la claridad del monte,
la perfecta verdad de que te amo.-


PARA TI NO HAY PALABRAS

Para ti no hay palabras.
Hay sólo mudas páginas en blanco
y este lento caer
de las manos inútiles
que olvidaron y hallaron
letras
sueños
y árboles.

Hubo palabras antes.
Cuando el mar,
cuando el grito luminoso
de los últimos faros.

Para ti sólo hay tiempo,
no hay ´palabras.
Y el tiempo es infinito.-


LUZ DE SEPTIEMBRE

En la luz de septiembre
estoy buscándote.
Era una madrugada de campanas
que me ilumina todavía el alma.

Todo el amor del mundo
inundaba tus ojos.
Era un claro septiembre
de azahares.

Tu mano firme y cálida,
en mi mano.
Tus labios en mi frente
¡y todo era tan frágil!

Como un hilo de sol
entre la lluvia.
Como el perfume de una rosa blanca.

Sobre mi cobardía
y mi derrota
gira el mundo implacable.

Te seguiré buscando,
como siempre,
en mi septiembre
solitario.-


ÚLTIMA LLAMA

Por qué lloras?

Porque anoche a mi lámpara
la apagó un viento amargo.

Qué buscas en la sombra?
La sombra de unas manos,
unas manos desnudas que se alzan
contra vientos de fuego
y los enlazan
y retuercen sus uñas malhirientes.
Unas manos que nacen
en el cauce del río de la infancia
y crecen en los árboles
y vuelan con el ala de los pájaros.

Quién apagó tu lámpara?

No importa.
Hoy he vuelto a encenderla
con la última llama.-



                                                                    Maruja Vieira





Imágenes: pinturas del artista Félix Edouard Valloton  (Suiza, 1865-1925)


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San Sebastián

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                                                                Narcís Comadira

Poeta y pintor español nacido en Girona en 1942. Estudió en las Facultades de Arquitectura y Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Ha incursionado con éxito en la dramaturgia, el periodismo, la crítica literaria y la traducción. De sus libros de poesía se destacan: "La libertad y el terror" (1981), "Enigma" (1985), "En cuarentena" (1990), etc. Ha sido galardonado con importantes premios, entre los que se destacan: "Literatura Catalana de la Generalitat ", Ciudad de Barcelona, la "Crítica de Cataluña" y el "Letra d'Or"


                                                        "Piedra y zarzales
                                                         ardientes de mi enojo.
                                                         En el paisaje, ansia de lejanía:
                                                         cae, cortina húmeda"



CABO DE SAN SEBASTIAN    poesía de Narcís Comadira

Noche de otoño.
De alabastro los cuerpos
vuelve la luna.
El tiempo, sangre abajo,
va hacia Ninguna Parte.-


CANCIÓN DE CUNA

Ahora que la noche funde
todas las cosas corpóreas,
y que la sangre se aquieta
con el reclamo nocturno,
lánzate al río del sueño.
Amor, criatura, duerme.

En el firmamento piel
se pone el sol de tus ojos,
la madeja de tus miembros
indolente se deshace.
¿En qué brazos solitarios,
Amor, te abandonas? Duerme.

Libre del peso del cuerpo,
en espíritu atraviesas
oscuros bosques espesos
de la lasitud secreta.
No quiero que hongos ni sapos,
Amor, te me asusten. Duerme.

Que el fluyente subterraneo
al curso de los planetas
se concuerde en transparencias
de música innominada.
De lejos velo tu viaje,
Amor, hasta que regreses. Duerme.-


POR TELÉFONO

Vagarea tu voz
y los recuerdos cálidos
la tarde abandonada
y sus aceites sucios
un silencio maligno
se enreda en las amarras
con el té de jazmín
las luciérnagas tristes
y el fuego que no sabes
que se enciende y se apaga.-


SEPTIEMBRE

Luz de septiembre.
Corto un brote de hinojo.
Vuelven deprisa
veranos idos. Brumas
de deseos caducos.-


SOMBRA DORADA

Brilla oscuro fulgor
dulce sombra dorada
recóndita insistente
que conmueve de afán
este mundo desierto
viva víscera tierna
juventud
todavía.-


                                                           
                                                             Narcís Comadira




Imágenes: pinturas del propio Narcís Comadira.


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Al pie de la letra

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                                                                 Eduardo Mitre

Poeta boliviano nacido en Oruro en 1943. Estudió Derecho en la Universidad Mayor de San Simón y luego viajó a Francia donde realizó estudios de Literatura. Se radicó posteriormente en los Estados Unidos, donde se doctoró en la Universidad de Pittsburgh. Parte de su obra poética está comprendida en las siguientes publicaciones: "Morada" (1975), "Ferviente humo" (1976), "Mirabilia" (1979), "Desde el cuerpo" (1984), "El peregrino y la ausencia" (1988), "La luz del regreso" (1990), etc. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano y portugués.


                                           "el precio de no haber sido nunca
                                            los dos el mismo leño
                                            la húmeda llama en el lecho
                                            de esta única vida"



AL PIE DE LA LETRA  poesía de Eduardo Mitre


La mujer que de pronto
aparece en la esquina
como la pasante de Baudelaire.
Sus ojos de noche del Libano,
brillosos como la piel
de los datiles,
enigmáticos como las líneas
que traza el destino
en las hojas de coca.
Su cuerpo esbelto,
                     su talle fino,
su andar de palmera con brisa,
su cabellera que al aire
latiga y aroma,
sus largas piernas
presentidas bajo la falda roja,
sus senos como dos olas
rompientes
a punto de perderse en el mar.

Y el mantel que prolonga a la nieve
sobre la mesa del bar
bajo la mirada que lee
lo que al azar la realidad inventa.

Y el poema que dice
al pie de la letra.-


EPÍLOGO

El olor que deja
en la piel la ausencia.

El sabor de un nombre
que quema la lengua.

El dolor que queda
en la mujer y el hombre.

Y el tiempo que cuelga
las cuatro estaciones.-


HÚMEDA LLAMA

1
Tu desnudez expuesta
entera
como el pan en la mesa.

2
Beso a beso,
caricia a caricia, se dora
al sol del deseo.

3
Llama que moja y quema,
llama que te llama:
tu lengua.

4
Arqueros enardecidos
disparan sus flechas
los cinco sentidos.

5
Entre tus piernas el blanco:
carbón de sangre
corazón de la hoguera.

6
Doble latido y un solo ritmo.
Como la vida y la muerte
al principio.

7
Caracól del oído:
el oleaje de los suspiros
y la marea de los ayes
y los Dios mío.

8
La mirada se pierde.
Saliban las sílabas.
Las pupilas ascienden
hacia alta caída.

14
Cruzan el aire -ya quieto-
tu nombre y el mío.
A recordarnos han vuelto,
a recrearnos los mismos.-

                             
                                                               Eduardo Mitre




Imágenes: pinturas del artista Jules Bastien Lepage  (Francia, 1848-1884)




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Una palabra

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                                                                Roberto Juarroz

                                              (Coronel Dorrego, Argentina, 1925-1995)


                                                      "Así como no podemos
                                                      sostener mucho tiempo una mirada,
                                                      tampoco podemos sostener
                                                      mucho tiempo la alegría"



ALGÚN DÍA ENCONTRARÉ UNA PALABRA   poesía de Roberto Juarroz

Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde,
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo.

Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta,
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas.
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas.
No será necesario.
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta,
mujer mía y no mía
y no se detendrá ni cuando mueras.-


DETENER LA PALABRA

Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que pueda prescindir de todo nido.

El destino.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.-


EL CENTRO DEL AMOR

El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos,
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.-


EL CORAZÓN EMPIEZA BAJO TIERRA

El corazón empieza bajo tierra,
pero acaba en tus labios y en los míos.
La muerte entonces duda en las cornisas
y una convalecencia de ojos largos
desprende las arrugas del temblor.

No hay que negar que eso nos salva,
pero entre tantas cosas tan perdidas
no es posible aceptar la salvación.

Y las manos, sin darse cuenta aprenden
el gesto incorregible
de volver a enterrar el corazón.-


                                                           
                                                                Roberto Juarroz



    Imágenes: Pinturas de María Konstantinovna Bashkirtseva (Ucrania, 1858-París, 1884)


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Batallas de amor

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                                                           José Manuel Caballero

Poeta, novelista y ensayista español nacido en Jerez de la Frontera, Cádiz, en 1926. Estudió Filosofía y Letras en Sevilla y Madrid. Vivió fuera de España varios años por su lucha antifranquista. De su extensa obra poética, se destacan: "Las adivinaciones" (1952), "Memorias de poco tiempo" (1954), "Pliegos de cordel" (1963), "Toda la noche oyeron pasar pájaros" (1981), "Tiempo de guitarras perdidas" (1995), etc. Obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de las Letras 2005, el Premio Nacional de Poesía 2008 y el Premio Cervantes en 2012.-


                                           "yo no sé si tuve, ¡oh amor!,
                                           dulce manera de luchar
                                           tus vigentes, iniciadas, estremecidas manos
                                           si alguna vez tejieron en mi piel
                                           su táctil alegría"



A BATALLAS DE AMOR   poesía de José Manuel Caballero




Ningún vestigio tan inconsolable
como el que deja un cuerpo
entre las sábanas
                 y más
cuando la lasitud de la memoria
ocupa un espacio mayor
del que razonablemente le corresponde.

Linda el amanecer con la almohada
y algo jadea cerca, acaso un último
estertor adherido
a la carne, la otra vez adversaria
emanación del tedio estacinándose
entre los utensilios de la noche.

Despierta, ya es de día, mira
los restos del naufragio
bruscamente esparcidos
en la vidriosa linde del insomnio.

Sólo es un pacto a veces, una tregua
ungida de sudor, la extenuante
reconstrucción del sitio
donde estuvo asediado el taciturno
material del deseo.

                      Rastros
hostiles reptan entre un cúmulo
de trofeos y escorias, amortiguan
la inerme acometida de los cuerpos.
A batallas de amor, campo de plumas.




CENIZAS SON MIS LABIOS


En su oscuro principio, desde
su alucinante estirpe, cifra inicial de Dios,
alguien, el hombre, espera.
Turbador sueño yergue
su noticia opresora ante la nada
original de la que el ser es hecho, ante
su herencia de combate, dando vida
a secretos cegados,
a recónditos signos que aún callaban
y pugnan ya desde un recuerdo hondísimo
para emerger hacia canciones,
puro dolor atónito de un labio, el elegido
que en cenizas transforma
la interior llama viva del humano.

Quizá solo para luchar acecha,
permanece dormido o silencioseo
llorando, besando el terso párpado rosa,
el pecho triste de la muchacha amada;
quizá solo aguarda combatir
contra esa mansa lágrima que es letra del amor,
contra
aquella luz aniquiladora
que dentro de él ya duele con su nombre:
belleza...


FÁBULA

Nunca serás ya el mismo que una vez
convivió con los dioses.
                                         Tiempo
de benévolas puertas entornadas,
de hospitalarios cuerpos, de excitantes
travesás fluviales y de fabulaciones.

                             Tiempo magnánimo
compartido también con semidioses
errabundos y hombres de mar que alardeaban
del decoro taimado de los héroes.

Qué ha quedado, oh Ulises, de esta vida.

La historia es indulgente, merecidas las dádivas.
Los dioses son ya pocos y penúltimos.
Justos y pecadores intercambian sus sueños.-


                                                           José Manuel Caballero




Imágenes: Pinturas del artista Amedeo Modigliani   (Livorno, Italia, 1884-París, 1920)


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El olvido es agua

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                                                                  Ricardo Molinari

                                                   (Buenos Aires, Argentina, 1898-1996)
                                                        Premio Nacional de Poesía 1955


                                                             "Cante mi mundo de amor,
                                                             tan dulcemente que el viento
                                                             frío sienta su dolor
                                                             de nieve dura en mi aliento"



SI EL OLVIDO ES AGUA  poesía de Ricardo Molinari

Si el olvido es agua y el recuerdo fuego,
¡ay! qué corazón de nieve tan triste tengo.
Si yo te viera con tu perfil perdido entre dos losas,
envueltos los pies desnudos en tus sábanas frías
y la azucena del pecho, lastimada, sin defensa,
mi mano quedaría sobre los techos
golpeándose por
       el filo de las tejas
hasta hacerse sangre y formar un río amargo
que bajara hasta el centro de la calle,
en busca de la basura.
¡Amor! ¡Amor! Qué es amor, sino quedarse más
        solo con el corazón,
con el pensamiento estropeado, el cabello lleno de
nubes
y hojas de Otoño. Sí, pero yo soy diferente:
tengo un cielo ardiente en los ojos
y una muerte que me muerde los dedos
y me encarna las lágrimas.

Qué inútiles quedan los dientes después de nunca;
después de cerrar una ventana y romper los vidrios
para que se quede temblando el recuerdo
y no huya por encima de las cajas de sombreros,
hacia el mar.

Tu cabellera hundida, tu boca sorda, tu pecho
enrojecido
de guardar tanta pluma de azucena prisionera.
¡Todo el amor del galápago!

¡Ay! qué viento frío te da vueltas el mundo de los
caballos
y de las adelfas.
Mis brazos están dormidos, quebrados en un ataúd
de piedra profunda. Amor. Amor, viento mío.
Pero tu luna, qué grito tan alto sobre los álamos;
qué hemisferio de hielo liquido te envuelve los bosques,
tu voz perdida, tu sombra que huye con un clavel,
y el clavel con su esqueleto de ámbar, perfumado de nieve.

¡Cielo! ¡Cielo! Mi cielo muerto, con su isla de cieno
         en la garganta.-


QUISIERA LLEGAR POR SU BOCA...

Quisiera llegar por su boca,
como por un pueblo desierto,
al centro de su cuerpo;
quisiera despojarme del horizonte, de un escorpión
     azul alejado del día;
quisiera volver a ser otra mañana
junto a un caballo con cola de pescado.
Pero no; cuando se me queda el corazón
por la piel distraido,
igual que una tierra sorda, inmensa,
me siento desamparado
porque nunca le ha de llegar la muerte,
porque su pelo ya no se humedecerá dentro de mis ojos.

A veces quisiera apagar su río amarillo,
su vida pegada como una hoja en mi sed.
¡Nada! Quisiera dormir con una mano
sobre su
seno.-


SI TE VIERAN SUBIR DESNUDA, SOLA...

Si te vieran subir desnuda, sola,
sin turbación, queriendo llegar ciega
a la tierra, sujeta, con tu aureola
de jacinto, de llama que se niega.

Sí, si te vieran salir del mar, una
mañana, con los muslos abrazados
por serpientes -de frío hondo, de luna
que no quiere morir-, desesperados,

te hallarían cantando desasida,
con la memoria inútil, diferente;
en tu destierro solo, transparente.

Amor de amor, palabra dulce, huída
hacia otro sueño sin defensa. Río
ardiente, suspirado. Aire de envío.-



                                                                Ricardo Molinari




Imágenes: Pinturas de Béla Kádár   (Hungría, 1877-1955)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
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Blanca

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                                                               Ricardo Peña

Poeta y ensayista peruano nacido en 1896 y fallecido en 1949. Es reconocido como uno de los iniciadores de la era moderna de la literatura peruana. Contribuyó con su obra al enriquecimiento de la poesía  y a la fundamentación  de las nuevas inclinaciones culturales. De su obra merecen destacarse: "Floración" (1924), "Eclipse de una tarde gongorina y burla de Don Luis de Góngora" (1932), "Discurso de los amantes que vuelven" (1934), "Romancero de las sierras" (1938), "Canto lineal" (1943), etc.  


                                                            "Corría el aire puro
                                                            por mis cabellos negros.
                                                            Qué bien que olían campo,
                                                            el mar, la leve brisa"


BLANCA   poesía de Ricardo Peña


Blanca, blanca, blanca la melodía
ardiendo de sus hojas.
Nació la tierra enferma.
Nació la luna con la sal del sueño.
Llovió el asombro de mis ojos.
Con el dolor y la vida se filtraba.
Enloquecida ya entre mis manos.
Sola, sola, tan sólo sola.-


YO SOY EL FUEGO OSCURO

Yo soy el fuego oscuro que penetra
tu bosque de alas y esmaltados peces.
Yo soy la clara sombra proyectada
sobre tu sombra de silencio y muerte.

Soy la tierra que abraza tus rodillas,
la exaltación de tu garganta en llamas.

Oigo cantar, por dentro, el agua de oro
que corre entre los árboles; los pétalos
del aire en la espesura; el murmullo
de hogueras en un mar, raudo de miedos.
Oigo cantar las flores, y mis labios
respiran el perfume de sus alas,
enlazadas al silbo de tu muerte.


TAN SÓLO SONREÍASE

Tan sólo sonreíase
cuando yo la miraba.
No me miraba nunca,
sólo yo la miraba.

Andaba lentamente
por las nacientes albas.
No me besaba nunca.
Sólo yo la besaba.

Hundíase en los bancos
de las nocturnas aguas.
No me inculpaba nunca.
Sólo yo la inculpaba.-


NO SÉ QUÉ DULZURA VIERTE...

No sé qué dulzura vierte
tu soledad. Hay un eco
de rosas que nunca tuve
junto al rumor de tu pecho.

Es como el canto de un pájaro
que se recoge y en su vuelo
va despertando en el aire
lirios, cristales, luceros.

Sigo escuchando en tu pecho
no sé qué voz. Hay un viento
es como un ángel que pasa
con los labios entreabiertos.-


ADÓNDE

Adónde, qué las flores de tu cuerpo
el perfume que escancian y que recoge el
alba?
Adónde tu sonrisa que va de labio en
labio?

Como una luna muerta se abre tu
mirada.
Y son tus manos, tímidas como dos
golondrinas
que giran perdiéndose en el aire.-


                                                                 Ricardo Peña





Imágenes: pinturas del artista contemporáneo de Bélgica, Pol Ledent.-


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

A la orilla del mar

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                                                                 Salvador Espriu

Poeta, narrador y dramaturgo español nacido en Santa Colona de Farnes en 1913 y fallecido en 1985. Se licenció en Derecho en 1935 y en Historia en 1936 por la Universidad Autónoma de Barcelona. En 1946 publicó su primer libro de poemas: "Cementeri de Sinera". En los años sesenta y ochenta el poeta se caracterizó por la mezcla de un intelectualismo extremo y de un descriptivismo a menudo caústico, que le convirtieron en una de las más importantes figuras de la literatura catalana del siglo XX.


                                            "Alejado en abismos,
                                            donde el rostro me aguarda,
                                            me acerco a verme.
                                            Me siento sonreír" 



A LA ORILLA DEL MAR poesía de Salvador Espriu

A la orilla del mar. Tenía
una casa, mi sueño,
a la orilla del mar.

Alta proa. Por libres
caminos de agua, la esbelta
barca que yo guiaba.

Conocían los ojos
el reposo y el orden
de una pequeña patria.

Necesito contarte
que miedo da la lluvia
en los cristales.
Hoy cae sobre mi casa
la noche oscura.

Las rocas negras
me atraen al naufragio.
Prisionero del cántico,
mi esfuerzo inútil,
¿quién me guía hacia el alba?

Junto a la mar tenía
una casa, mi sueño.-


DESPEDIDA

¿Quién conoce la grave partida
de hoy o de mañana,
o quien diría todavía
una palabra?
Sólo sonrío y pienso
en destruir el nombre
con el silencio.-


EL JARDÍN DE LOS CINCO ÁRBOLES

Luego, cuando ya me había
causado mucho daño y casi
tan sólo podía sonreír,
escogí las palabras
más sencillas, para decirme
cómo pasó un momentáneo
oro de sol sobre la hiedra
del jardín de los cinco árboles.
Brevísimo amarillo, de puesta,
en invierno, dedos del agua
serpentina, de altas nubes,
y el extraño tiempo me entraba
en prisiones de silencio.-


NO CONVIENE QUE DIGAMOS EL NOMBRE

No conviene que digamos el nombre
de aquel que nos piensa
más allá de nuestro miedo,
si tropezamos a tientas
con este extraño ciego
y nos sentimos observados siempre
por la blanca mirada del ciego,
¿dónde, sino en el vacío y en la nada,
fundamentaremos nuestra vida?
Intentaremos levantar sobre la arena
el peligroso palacio de nuestros sueños
y aprenderemos esta humilde lección
a lo largo del cansancio,
pues sólo así seremos libres para combatir
por la victoria última sobre el espanto.
Escucha, los hombres no pueden existir
si no son libres.
Que todos sepan que nunca podremos
existir
si no somos libres,
y clame la voz de todo el pueblo: "Amén".-


                                                               Salvador Espriu





Imágenes: Pinturas del artista francés Henri Manguin  (1874-1949)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
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Tema de mujer

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                                                       Eduardo Carranza

Poeta colombiano nacido en Apiay en 1913 y fallecido en 1985. Empezó a ser conocido en el campo literario por la publicación de sus poesías en 1934. Fue además periodista, catedrático, diplomático y precursor del movimiento Piedra Y Cielo. Promovió varias publicaciones culturales, en su obra poética sobresalen: "Canciones para iniciar una fiesta", "Seis elegías y un himno", "Ella, los días y las nubes", "Azul de ti", "Diciembre azul", "El olvidado", etc.


                             
                                   "Mi corazón te sigue como un león,
                                    como un perro o el cielo, un río, el sol...
                                    como camina absorta la esperanza"



TEMA DE MUJER Y MANZANA   poesía de Eduardo Carranza

Una mujer mordía una manzana.
Volaba el tiempo sobre los tejados.
La primavera con sus largas piernas,
huía riendo como una muchacha.
Bajo sus pies nacía el agua pura.
Un sol, secreto sol, la maduraba
con su fuego alumbrándola por dentro.
En sus cabellos comenzaba el aire.
Verde y rosa la tierra era en su mano.
La pimavera alzaba su bandera
de irrefutable azul contra la muerte.
Una mujer mordía una manzana.
Subiendo, azul, una vehemente savia
entreabría su mano y circulaban
por su cuerpo los peces y las flores.
Gimiendo desde lejos la buscaba
-bajo el testuz
de azahares coronado-
el viento como un toro transparente.
La llama blanca de un jazmín ardía.
Y el mar, la mar del sur, la mar brillaba
igual que el rostro de la enamorada.
Una mujer mordía una manzana.
Las estrellas de Homero la miraban.
Volaba el tiempo sobre los tejados.
Huía un tropel de bestias azuladas.
Desde el principio, y por siempre jamás,
una mujer mordía una manzana.
Mi corazón sentía oscuramente
que algo brillaba en esos dientes.
Mi corazón que ha sido y será tierra.-


MUCHACHA
1

Dos mariposas de seda,
detenidas en su pelo.
La mañana, como un velo,
atrás flotando se queda.

El sol en su red enreda
esa presencia de vuelo.
Saetas de luz, en rueda,
cautiva la dan al cielo.

En el aire y en los sueños
deja dos nidos pequeños
sostenidos por sus venas.

Tacto del mundo, su traje.
Su voz, áereo paisaje
vago de nubes-sirenas.

2
Alzado arroyo viajero.
Espacio de uva y rosa.
Gajo de sal anhelosa.
Largo beso prisionero.

Alto lugar del lucero,
la frente maravillosa,
entre mimos de mimosa
y silbos de cocotero.

Manos en sol moldeadas.
Tibia presión de miradas,
muchacha, playa sin huellas.

Tierra de desvelo. Rada
de deseos limitada.
Dibujo blanco de estrellas.-


                                                         
                                                                  Eduardo Carranza





Imágenes: pinturas de la artista italiana contemporánea Daria Petrilli.-


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
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Amando en el tiempo

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                                                                 Luis Cernuda

                              ( Sevilla, España, 1902- México, 5 de noviembre de 1963)
                                   Homenaje al gran poeta a cincuenta años de su muerte


                                           "Perder placer es triste
                                            como la dulce lámpara sobre el lento
                                            nocturno; aquel fui,
                                            aquel fui, aquel he sido..."



AMANDO EN EL TIEMPO    poesía de Luis Cernuda

El tiempo, insinuándose en tu cuerpo,
tal la nube de polvo en fuente pura,
aquella gracia antigua desordena
y clava en mí una pena silenciosa.

Otros antes que yo vieron un día,
y otros luego verán, cómo decir
la amada forma esbelta, recordando
de cuánta gloria es cifra un cuerpo hermoso.

Pero la vida sólo la aprendemos,
y placer y dolor se ofrecen siempre
tal mundo virgen para cada hombre.
Así mi pena inculta es nueva ahora.

Nueva como lo fuese al primer hombre,
que cayó con su amor del paraíso
cuando viera, tal cielo ya vencido
por sombra, envejecer el cuerpo amado.-


CONTIGO

¡Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¡Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?.-


DESEO

Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.

Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.-


DONDE HABITE EL OLVIDO

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre
ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus
insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los
siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel
terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras
crece el tormento.

Allí donde termine ese afán que exige un
dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a
frente.

Donde penas y dichas no sean más que
nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un
recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo
mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
donde habite el olvido.-



                                                                      Luis Cernuda






Imágenes: Pinturas del artista ruso Román Garassuta (Moscú, 1958)



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la Palabra"
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A veces

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                                                         Homero Aridjis

Poeta, periodista y catedrático mexicano nacido en Michoacan en 1940. Profesor de Literatura en varias universidades de Estados Unidos. Dirigió el Instituto Michoacano de Cultura. Entre su extensa obra poética, merecen destacarse: "Los ojos desdoblados", "Antes del reino", "Los espacios azules", "Tiempo de ángeles", "Antología poética", etc. Es uno de los escritores más prolíficos de México. La Universidad de Indiana, en EE.UU., lo distinguió con el doctorado Honoris Causa.


                     
                                       "He de perseguir tu cuerpo
                                       hasta el fin de tus calles
                                       donde los saludos forman esquina
                                       con el viento"



A VECES UNO TOCA UN CUERPO  poesía de Homero Aridjis

A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos marinos.

y como al mar lo amamos
como a un canto desnudo
como al solo verano

Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras partes

lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son nuestras gaviotas

Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y aldabas

con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempo y asteroides

Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y de alma

Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermoso pero sombra.-


AL HABLARTE, ME ESCUCHAS...

Al hablarte me escuchas
desnuda de conceptos
renuncias a ti misma
para volverte aire
y al vuelo de mis pájaros verbales
concibes la palabra
siempre virgen y madre
vas perdurando los instantes
en tu cintura poderosa
algún día
cuando pierda al mundo
me harás permanecer.-


AYER Y HOY

Tu paso, como una sombra,
era difícil de seguir,
y al perderte en una esquina
sólo quedaba en mí, como en la calle,
un vago sentimiento de vacío.

Tu cimbreo, tu cintura
me estremecían
y el jardín parecía tener más rosas
y el verano calor,
pues en mis labios de niño aún no había
la palabra que define al amor.

La edad nos separaba,
como a dos cuerpos,
no de tamaños distintos,
sino de espacios diferentes.

Y mis manos asiéndote,
mis brazos abarcándote,
no podían asirte,
no podían alcanzar tu cuerpo, tu mirada.-


ES TU NOMBRE Y ES TAMBIÉN OCTUBRE

Es tu nombre y es también octubre
es el diván y tus ungüentos
es ella tú la joven de las turbaciones
y son las palomas en vuelos secretos
y el último escalón de la torre
y es la amada acechando el amor en ante muros
y es lo dable en cada movimiento y los objetos
y son los pabellones
y el no estar del todo en una acción
y es el Cantar de los Cantares
y es el amor que te ama
y es un resumen de vigilia
de vigilancia sola al borde de la noche
al borde del soñador y los insomnios
y también es abril y noviembre
y los disturbios interiores de agosto
y es tu desnudez
que absorbe la luz de los espejos
y es tu capacidad de trigo
de hacerte mirar las cosas
y eres tú y soy yo
y es un caminarte en círculo
dar a tus hechos dimensión de arco
y a solas con tu impulso decirte la palabra.-


                                                         
                                                                     Homero Aridjis



Imágenes: Pinturas del artista español contemporáneo, Ricardo Sanz

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
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